A sus dichosos 72 años, la actriz Teresita Reyes no tiene problemas para hablar del tema que sea. Desde el amor a juguetes sexuales. Incluso, confiesa una íntima preocupación que la aqueja por estos días: la incontinencia urinaria. “Cuando me río se me sale la gota”, contó a Publimetro, en una entrevista sin pelos en la lengua.
Al preguntarle por sexo, se pone seria y confiesa tajante: “No tengo”. Pero, inmediatamente explica el porqué. “Tuve tanto sexo que saturé el choch...”, soltó sin filtro, junto a una fuerte carcajada.
“Ahora no tengo (sexo). La gente de mi edad se vuelve virgen, porque es un músculo que se va cerrando y no la ocupamos”, se sincera, pero como el humor lo tiene a flor de piel, arremete nuevamente, sin censura: “volví a ser virgen, paso el dato”.
Fuera de broma, Teresita cuenta que en la actualidad, tras la muerte de su marido hace seis años atrás, el sexo dejó de ser un tema que le quite el sueño. Aunque, eso sí reconoció, su corazón aún tiene ganas de pasarlo bien.
“Quiero un hombre que sea un encanto, educadito, que me haga reír, que me invite a comer (pagamos entre los dos si es pobre el hue...) Un vinito, quesitos y hablar, hablar de la vida y cag...de la risa”, comentó pausada y reflexiva, esta vez sin chacota.
Fue el año 2016 cuando el gran amor de su vida falleció en su hombro, mientras dormían en su casa del Cajón del Maipo. El flechazo con Jorge Yacaman fue a primera vista y se hicieron inseparables.
“Yo sigo en duelo”, comenta. “Ahora es menos doloroso, más tranquilo, pero sigo en duelo. Es difícil olvidarse de una relación de 45 años. Relación que, poniendo lo bueno y lo malo, fue buena. Él se merece que yo lo extrañe y sus hijos lo extrañen, porque fue un buen padre y un buen marido”, recordó con nostalgia.
Sin embargo, a pesar que le cerró las puertas a las artes amatorias, reconoce que tiene gran curiosidad por conocer algunos artículos que le recomendaron, pero no precisamente para satisfacción de índole sexual exclusivamente, sino, también, por salud.
“Quedé metida con unos geles estrechadores y unas famosas bolitas chinas que me dijeron que eran buenas para la incontinencia urinaria. Eso me interesa. Eso quiero fíjate. Porque...todavía no tengo (incontinencia), pero cuando me río se me sale la gota”, contó, medio en broma, medio en serio. “Voy a tener que empezar a probar todas estas cosas y después les comento cómo me fue”, sentenció respecto a al uso de juguetes sexuales, que están muy de modas en estos días, tras las revelaciones de Raquel Argandoña y Coté López, quienes confesaron en distintos programas que formaban parte de sus instrumentos para jugar en pareja.
-”Cómo me voy a morir sin probarlas”, señaló.
-¿Y un dildo, usaría?
-”Primero búsquenme un hombre, después me buscan el dildo”, remató con ataque de risa.
¿Qué son las famosas bolitas chinas?
Según el experto en juguetes y accesorios sexuales, Dorian López, del sexshop @longlovechile, las bolas chinas -conocidas también como bolas ben wa o geisha-son de gran ayuda para el fortalecimiento de los músculos del suelo pélvico, ideales en caso de incontinencia urinaria.
“Los especialistas hacen recomendaciones de usarlas debido a que fortalecen el suelo pélvico y las paredes vaginales. Pero está indicado para mujeres sanas con un suelo pélvico que esté debilitado, ya sea por la edad, hormonas, deportes de alto impacto o embarazos y partos. Y sobre todo, el uso de bolas chinas ha demostrado gran efectividad en mujeres que experimentan incontinencia urinaria y su uso y entrenamiento es tan sencillo como llevarlas puestas a cualquier hora del día”.
Así de sencillo es su uso, en relación a la cantidad de beneficios que recibe, explica Dorian. Sin embargo, advierte, “están muy desaconsejadas para mujeres con un suelo pélvico demasiado fuerte, por la hipertonificación de los músculos”.
En relación a los geles estrechantes vaginales, indicó el experto, “son un producto íntimo femenino y un vez aplicado en la zona vaginal ofrecen una mayor sensibilidad y placer en los encuentros sexuales”. Eso, así, aclara, “su efecto es temporal, por un espacio de 45 minutos, aproximadamente”.