A fines de marzo, Arturo Vidal publicó una enigmática foto en sus historias de Instagram. En la imagen se veía a un hombre sentado en una silla, pero su cara estaba tapada por un emoji de ratón.
Por si no fuera poco, el crack de La Roja acompañó la historia con “Rata de dos patas”, de la mexicana Paquita la del Barrio.
Sin embargo, no había claridad de a quién iba dirigido el post, hasta este miércoles.
Según consignó La Tercera, se trata de una traición de familiares cercanos de Vidal, a quienes les dio el poder y confianza para administrar sus inversiones en Chile.
Razón por la que el futbolista presentó una querella contra uno de sus primos y contra quien resulte responsable por el delito de administración desleal y celebración de contrato simulado. La acusación fue ingresada el pasado 21 de abril por sus abogados, en el 7° Juzgado de Garantía de Santiago.
El acusado
Quien deberá enfrentar la querella es Carlos Albornoz Pardo, familiar de la mamá de Arturo Vidal, Jacqueline Pardo, quien siempre ha sido nombrado como “tío” por parte del King. Albornoz es psicólogo con Magíster en Negocios y estaba a caro de propiedades y proyectos que solo hasta 2014, cuando se creó la sociedad Inversiones Vidal SPA, estaban avaluados en más de US$10 millones.
Según detalló La Tercera, en la querella se habla de traspasos de propiedades, solicitudes de préstamos, deudas millonarias y demandas civiles a los negocios en el país.
“Nada de esto consta documentado, ni mucho menos fue informado a nuestro representado, disponiendo durante todos estos años el señor Carlos Albornoz de la sociedad y su composición a su antojo, sin informar ni rendir cuentas a nadie, especialmente al accionista mayoritario, don Arturo Erasmo Vidal Pardo”, aseguraron los abogados del volante del Inter.
De acuerdo a la querella, la sospecha de Arturo Vidal había comenzado por dos canchas de tenis y un arriendo que no fue depositado a la cuenta corriente de la empresa.
En 2020, cuando Arturo Vidal definía lo que pasaría con su carrera al salir de Barcelona, Albornoz Pardo tomó decisiones financieras que Vidal no conocía. El 25 de junio de 2020, su primo se transfirió a sí mismo la parcela N°21, donde están ubicadas las canchas de tenis del Club Chicureo.
En los registros figura como una compraventa por 7 mil UF, cerca de $200 millones actualmente. “Por si fuera poco, dicha suma de dinero jamás ingresó a la sociedad, lo cual se verá reflejado en los Balances y Estados Financieros reales de la compañía”, acusó Vidal.
Además dio cuenta de “cuantiosos préstamos” solicitados por Inversiones Vidal II SPA por más de $4 mil millones entre enero de 2020 y diciembre de 2021, en los que figura como aval en caso de no pago.
“Lamentablemente, según se acreditará en la etapa procesal pertinente, el dinero proveniente de los préstamos solicitados por don Carlos Albornoz en representación de la sociedad jamás ingresaron a esta última, es más, estos fueron destinados al financiamiento de otra empresa, a saber, la sociedad Manufacturas de Productos de Aluminio y otros Limitada”, dicta la querella.
Arturo Vidal solicitó declarar en calidad de víctima ante la Brigada de Delitos Económicos de la PDI y entre las diligencias requiere que su primo, Carlos Albornoz Pardo, declare como imputado. Su hermana, Ámbar Vidal, con quien mantiene negocios hoteleros e inmobiliarios, declararía como testigo.
Si bien en la querella no se calcula el dinero total que habría perdido, según los hechos se cuantifica el perjuicio en cerca de 4.300 millones de pesos.
Investigación y Datos de La Tercera se comunicó con Carlos Albornoz Pardo, quien aseguró desconocer la querella en su contra.