Una manifestación estratégica fue la que realizaron durante la mañana de este jueves 17 de abril los conductores de Pullman Bus, quienes optaron por bloquear la salida y entrada del terminal Alameda, evitando el funcionamiento normal de los servicios hacia la costa y el litoral central, justamente en la previa de la masiva salida de pasajeros por Semana Santa.
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La protesta provocó que varios pasajeros se tuvieran que bajar de los buses en las cercanías del terminal, mientras que como medida de contingencia la empresa optó por salir desde el terminal Sur, que se encuentra al lado, en la comuna de Estación Central.
Los motivos de la protesta y la respuesta de la empresa
Así, dentro de los motivos esgrimidos por los representantes del sindicato que realizó la protesta están un despido que ellos calificaron como “masivo” de auxiliares, lo que derivó en que los propios choferes de buses tengan que subir el equipaje de los pasajeros a los buses y hacer esa labor, retrasando la salida de las máquinas, algo que indicaron atenta con la seguridad de los servicios.
“La empresa lamentablemente no nos ha dado la cara, llegamos a un acuerdo, lo que estamos pidiendo es seguridad para los conductores y que podamos dar un buen servicio”, dijo un representante de los trabajadores al matinal “Contigo en la mañana” de Chilevisión, agregando que hubo choferes que fueron amenazados con despidos, por lo que fue enfático en indicar que “si despiden a un conductor, vamos a ir a paro indefinido desde el lunes”.
Por su parte, el representante de la empresa, Víctor Villagra, que estaba en el lugar, desdramatizó lo ocurrido, señalando al mismo matinal que “esto es una facción de la empresa, no es toda la empresa, es un sindicato que esta con una cierta cantidad de personas que bloquearon los accesos, las máquinas están saliendo del terminal Sur, los pasajeros están saliendo desde el terminal Sur, los pasajes se están vendiendo”.
A lo anterior apuntó que la empresa está dispuesta a conversar y aseguró que “el problema es interno, que tampoco es tan grave, son temas súmamente superficiales, fáciles de resolver, en ningún momento se acercaron a conversar con nosotros, esto se podía haber evitado con una conversación”.
Finalmente, negó el despido masivo de trabajadores que acusaron los choferes, puntualizando que “lo que se está haciendo es un reordenamiento de la empresa para prestar un mejor servicio, no hubo un despido masivo como se quiso mostrar, no ha pasado nada que no pueda ser resuelto de una manera rápida (...) Este grupo de conductores no son todos los conductores de la empresa, es una facción que está reclamando algo que ellos dicen que no se ha cumplido”.