El ministro de Seguridad Pública, Luis Cordero, confirmó está mañana que tras varios años de implementación en el país, el Plan Estadio Seguro finalmente será cancelado debido a que “su estructura” para contener la violencia en los recintos deportivos “ha fracasado”.
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Fue durante una pauta de prensa realizada en la comuna de Providencia que el jefe de la cartera ministerial entregó los motivos por los cuales se tomó la decisión de ponerle fin a este plan de Gobierno, el que a su juicio “por distintos tipos de razones”, no pudo cumplir el objetivo para el cual fue diseñado.
El final para el Plan Estadio Seguro
“Estadio Seguro fue una iniciativa a la cual todos los gobiernos han puesto significativos empeños y por distintos tipos de razones, algunas atribuibles al sistema sobre el cual funciona, este ha fracasado”, señaló Cordero.
Para el abogado, la iniciativa de “Estadio Seguro como régimen de funcionamiento, como plan en su diseño y en su estructura ha fracasado”.
“El Gobierno ha decidido cerrar el plan Estadio Seguro como una estructura destinada a velar por la organización y por el control de los partidos de fútbol profesional”, puntualizó el jefe de Seguridad, quien justificó la drástica medida en que dicho plan tuvo su origen en el Ministerio de Interior, y que ahora su diseño será competencia plena de la cartera que dirige.
Estadio Seguro como régimen de funcionamiento, como plan en su diseño y en su estructura ha fracasado
— Luis Cordero
“Su estructura original respondía a un diseño de organización y de participación que se explicaba en la competencia que tenía el Ministerio del Interior, y que hoy se encuentran distribuidas hacia el Ministerio de Seguridad”, concluyó.
Las dudas respecto de la eficiencia del plan quedaron evidenciadas la semana pasada, cuando con motivo del encuentro de Copa Libertadores entre Colo Colo y Fortaleza de Brasil, en el estadio Monumental, una joven de 18 años y un menor de edad fueron muertos tras ser aplastados al caer en el interior de una valla de contención en el acceso al recinto deportivo.
Tales decesos provocaron que posteriormente, y durante la disputa del encuentro entre albos y brasileños, una veintena de barristas de la Garra Blanca rompieran un acrílico del estadio para ingresar a la cancha y así lograr detener el partido como una forma de rechazo a la muerte de dos de sus seguidores.