Un revelador antecedente respecto del fallecimiento de Miguel “Negro” Piñera entregó esta tarde uno de sus amigos, el humorista Pancho del Sur, quien aseguró que el artista le confidenció que nunca logró superar la muerte, el 6 de febrero del año pasado, de su hermano Sebastián Piñera. Un inesperado deceso que lo “fue carcomiendo” estos últimos meses.
Conocidas las habituales declaraciones del cantante respecto de la trágica muerte del expresidente, en las que siempre señaló haber quedado con una “enorme pena”, los últimos meses del Negro Piñera los pasó entre su diagnóstico de una agresiva leucemia y el constante recuerdo que la gente le hacía de su hermano.
La pena que afectó la salud de Miguel “Negro” Piñera
“Lo conversamos. Y si bien antes no lo podía decir, ahora sí lo puedo decir. Nosotros conversamos y me decía que cada gente que lo abrazaba, en todo Chile, todos le hablaban de su hermano”, sinceró el humorista en conversación con T13.
Una situación que a juicio de Pancho del Sur “fue carcomiendo” al cantante y perjudicando su salud.
“Eso lo fue carcomiendo, porque todos le hablaban de su hermano, entonces el Negro no pudo nunca estar tranquilo. Él quiso estar tranquilo, pero no pudo por eso”, afirmó.
“Mira, yo por una parte estoy feliz que el Negro no haya quedado con secuelas o haya quedado postrado en una cama, porque eso si hubiera sido un infierno para él”, agregó el comediante, quien insistió en que Piñera “se fue feliz”.
“Él se fue feliz, él se fue cantando en el sur, cantando en Licanray, y yéndose en el sur para el cielo. Y su legado es grande, porque el verdadero señor de la noche era él, porque el Negro era eso. El Negro llegábamos y era diversión. Llegábamos a su casa, había que hacerlo como a las 10 de la noche porque ahí abría la puerta. Y eran largas conversas, risas, sus frases típicas. Solamente pido respeto para él, un tremendo artistas chileno que se fue haciendo lo que él quería, y me quedo con el legado maravilloso de este pendrive que me regaló, donde vienen todos sus temas”, finalizó.
