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Luto en la medicina: la “Maestra” de la Patología chilena que no pudo escapar del fuego en Curepto

La doctora Virginia Martínez fue una de las impulsoras de la especialidad en Chile y murió trágicamente cuando intentaba evacuar su hogar en medio de los incendios forestales, en el sector de Docamávida, cerca de Curepto.

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. Gentileza TVN

La tragedia de los incendios apagó la vida de una eminencia de la medicina nacional, que falleció a causa del fuego en las cercanías de Curepto. La doctora Virginia Martínez Corta, de 82 años, y ampliamente reconocida en el ámbito de la patología, no alcanzó a escapar cuando las llamas rodearon el fundo Los Nogales ubicado en el sector de Docamávida. Y el mundo de la salud hoy lamenta su desgracia así como valora su tremendo legado profesional.

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La profesional acató la indicación de evacuar el lugar a causa de las llamas en los bosques aledaños, pero luego no pudo escapar cuando quiso regresar a su hogar a buscar el celular.

La doctora Martínez había sido distinguida por el gremio en agosto de 2013 con el reconocimiento de ser la primera Maestra de la Patología Chilena, lo que definió el Colegio Médico como “un honor que refleja su inigualable dedicación y contribución al desarrollo de la disciplina”.

Homenajeando su valiosa trayectoria, el Colegio profesional rindió un “homenaje a su vida y legado, recordándola con gratitud y admiración. Su influencia perdurará en sus alumnos, colegas y en la comunidad médica chilena”.

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Doctora y formadora de profesionales

Virginia Martínez llegó a la Escuela de Medicina de la Universidad de Chile en 1958 y se graduó en 1964 como una de las mejores de su generación. Luego, cursó la beca de especialización en 1965 y 1968 en Medicina Interna y Anatomía Patológica, que en definitiva sería el área donde desarrolló su amor por la profesión.

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La profesional siempre trató de incrementar sus conocimientos y, gracias a ello, obtuvo dos becas para realizar estudios de posgrado en la Universidad de Londres, lo que a su regreso le significó asumir como jefa del Servicio de Anatomía Patológica del Hospital San Juan de Dios.

El propio Colegio Médico destaca que Martínez Corta colaboró en el establecimiento de las bases de un Programa de Formación de Especialistas en Patología. De hecho, inició la formación de médicos becados en su especialidad, siendo más de 40 durante su carrera como docente en pre y postgrado.

Asimismo, en 1980 participó de la creación de la Sociedad Chilena de Anatomía Patológica, que presidió seis años. “Su compromiso con la educación se vio reflejado en su incansable labor docente ad honorem, guiando y formando a generaciones de patólogos con un profundo sentido de vocación y excelencia”, destacaron en esa agrupación médica.

“Fue una gran docente para quienes nos formamos en el Hospital San Juan de Dios, no la olvidaremos“, expresó uno de sus discípulos, Luis Delpiano. La tragedia de su muerte, al fin, no podrá borrar el legado y la trascendencia de Virginia Martínez en la medicina chilena.

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