A finales del año pasado, específicamente el 27 de diciembre, en el Observatorio El Sauce ubicado en la región de Coquimbo avistó un nuevo asteroide que fue denominado como 2024 YR4. Los astrónomos estiman que tendría entre 40 a 90 metros de ancho, y tiene un 1,6% de probabilidades de impactar en la tierra en 2032.
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Su explosión equivaldría a 500 bombas de Hiroshima, y fue calificado como los expertos como un potencial “asesino de ciudades”. El científico jefe de La Sociedad Planetaria, Bruce Betts, declaró a AFP que “si lo pones sobre París o Londres o Nueva York, básicamente arrasas toda la ciudad y algunos de los alrededores”.
Según lo informado por DW, la Red Internacional de Alerta de Asteroides (IAWN) las probabilidades que impacte la tierra en los próximos 50 años y la dimensión de dicho asteroide, cumplían con el criterio de la activación de dos grupos de reacción ante asteroides aprobado por la ONU.
Dicha entidad señaló que entre los posibles sitios de impacto incluyen el este del Océano Pacífico, el norte de Sudamérica, el Océano Atlántico, África, el Mar Arábigo y el Sur de Asia.
Llamado a la calma
A pesar del tono terrorífico de este escenario, los expertos llaman a la calma. El medio citado explicó que la órbita del 2024 YR4 es altamente elíptica de cuatro años, “oscilando a través de los planetas interiores antes de dispararse más allá de Marte y hacia Júpiter. Por ahora, se está alejando de la Tierra. Su próximo paso cercano no llegará hasta 2028″.
Betts declaró que “las probabilidades son muy buenas de que no solo no golpeará la Tierra, sino que, en algún momento en los próximos meses o años, esa probabilidad llegará a cero”.
Producto del tiempo en el que se divisó de este asteroide, les da una ventana de tiempo de preparación a los científicos.
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En 2022, los astrónomos lograron cambiar la órbita de Dimorphos, la pequeña luna del asteroide Didymos. “No veo por qué no funcionaría” de nuevo, dijo el astrónomo planetario del Laboratorio de Física Aplicada Johns Hopkins, Andrew Rivkin, quien estuvo a cargo de dicha misión.
Se detallaron otras ideas como láseres que podrían vaporizar parte del asteroide, los cuales crearían un efecto de empuje, que los desviarían de su curso. También, se teorizó con un “tractor gravitacional”, una nave espacial de un considerable tamaño que alejara el asteroide usando su propia atracción gravitacional.
En el caso que estos planes fallaran, las autoridades tendrían el tiempo suficiente para alertar a las personas que habitan la zona que sería impactada por el asteoride para que evacuen.
“Nadie debería estar asustado por esto. Podemos encontrar estas cosas, hacer estas predicciones y tener la capacidad de planificar”, declaró la oficial interina de defensa planetaria en la agencia espacial estadounidense NASA, Kelly Fast.