Considerado como el ideólogo de las AFP, José Piñera, salió a defender el sistema de capitalización individual que además de entregar bajas pensiones, también sustenta el multimillonario negocio de las AFP, que a septiembre del año pasado acumulaban ganancias por 472 867 millones de pesos. Todo esto tras la aprobación de la reforma previsional.
En su cuenta de X, el economista defendió a las AFP y le deseo “larga vida al sistema de capitalización individual”, sin hacer ninguna alusión a las bajas pensiones que entregan las aseguradoras, pese a que funcionan con el dinero que mensualmente se descuenta del sueldo de millones de trabajadores.
Según la Superintendencia de Pensiones, en junio de 2024 la pensión autofinanciada (capitalización individual) promedio para alguien que cotizó entre 10 a 20 años fue de 200 177 pesos, entre 20 a 30 años de 309 705 pesos, para quienes lo hicieron entre 30 a 40 años la jubilización es 503 788 y para quienes lo hicieron sobre los 40 años reciben 762 084 pesos.
Todos esos montos sólo se incrementan cuando se agrega la Pensión Garantizada Universal (PGU), que fue implementada recién a contar del año 2008.
Las AFP y la dictadura
Luego que el Congreso terminara de despachar a ley la reforma previsional impulsada por el Gobierno, la ministra del Trabajo y Previsión Social, Jeannette Jara, señaló que se había dado “un paso muy relevante”, destacando que después de 43 años se aprobó "una reforma previsional que le cambia la cara a lo que la dictadura hizo en 1981 en este país. Pasamos de una lógica meramente individual, a complementarla con un seguro social”.
Jara destacó que “escucharse, tener la decisión y la valentía de avanzar en un punto común, fue a lo que nos convocó el Presidente Gabriel Boric y nos dijo claramente, tanto al ministro de Hacienda, Mario Marcel, como a mí, que debíamos de tratar de destrabar este tema que llevaba 10 años pendientes en la política”.
Por tal razón, la ministra del Trabajo y Previsión Social resaltó que el trabajo se hizo “por las personas que trabajan y cotizan todos los meses, por quienes se levantan temprano, cumplen jornadas laborales, llegan a sus casas y siguen trabajando, muchos hacen pololos, las mujeres qué decir. Y cuando llega el retiro no pueden hacerlo tranquilo, tienen una angustia, porque no saben si les va a alcanzar para llegar a fin de mes”.
