Una mujer de 51 años, identificada como Sonia Paillao, fue formalizada por parricidio consumado tras la muerte de su hijo, Marco Antonio Cantillana, de 28 años, quien padecía tetraplejía. El hecho ocurrió en La Pintana cuando Sonia lo habría desconectado de su máquina de oxígeno. La situación se volvió aún más grave tras la revelación de audios amenazantes enviados por la madre a una amiga, donde expone su desesperación y cansancio por la situación que vivía con su hijo.
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Detalles del caso y la investigación
La formalización de Sonia Paillao se realizó el pasado sábado. Testigos de la fatídica noche han declarado que la mujer mostró signos de agotamiento y desesperación. Un vecino relató que la encontró llorando en la puerta de su casa y que, al acercarse, ella expresó: “Estoy cansada, no doy más. No soy capaz de seguir cuidándolo, quiero que descanse. Estoy aburrida de cuidarlo, porque no puedo hacer mi vida tranquila”.
El testigo también relató que, tras entrar a su casa, Sonia se despidió de su hijo con un beso en la frente, lo que generó inquietud en él. Luego, escuchó un sonido de alarma proveniente de las máquinas de Marco, lo que lo llevó a intentar ingresar al hogar, aunque ella no lo permitió. Ante esta situación, el vecino corrió en busca de ayuda y alertó a otros residentes de la zona.
“El tubo la manguera del oxígeno estaba a un costado de la cama, (apuntando) hacia el suelo… observando que el Marquito se estaba ahogando y convulsionando, por lo que porque veía que se quejaba y se movía mucho. Al ver esto entré y me acerqué al ventanal de la pieza para ayudarlo”, dijo el testigo.
Según Radio Bío Bío, se dieron a conocer audios enviados por la madre del joven a una amiga minutos después de desconectar a su hijo. En uno de los mensajes, ella dijo: “Oye, desconecté al Marco. Dime cómo chucha tengo hacerlo, porque yo no estoy capacitada para cuidarlo. ¿Sabís qué? Yo ahora me voy a irme, me voy a arrancar”.
En otro audio, la mujer confesó la gravedad de la situación: “Contesta. Yo no estoy capacitada para cuidar al Marco. Yo lo voy a matarlo (…) tú sabes que yo estoy enferma. Háblale al papá del Marco que haga alguna hueá porque no he podido hablarle al hueón. Contesta concha de tu madre”.
Ambos mensajes fueron enviados a una amiga de Marco, identificada con las iniciales M.M.A., quien había estado cuidando al joven días antes.
