El Presidente Gabriel Boric solicitó la renuncia de la ministra de Bienes Nacionales, Marcela Sandoval, tras la polémica generada por la fallida compra de la casa del expresidente Salvador Allende. La decisión se produjo en un contexto de críticas generalizadas hacia el gobierno, que finalmente dio marcha atrás en su anuncio sobre la adquisición del inmueble.
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Renuncia de Sandoval y nuevo nombramiento
Alrededor de las 11.30 de la mañana, la exministra llegó a La Moneda junto a su equipo. Posteriormente, se dirigió a las oficinas de presidencia, donde se formalizó su salida del cargo. El subsecretario de la cartera, Sebastián Vergara Tapia, asumirá el cargo como subrogante.
La controversia surgió a raíz del anuncio del gobierno sobre la intención de comprar la casa de Allende, con el propósito de convertirla en un museo. Sin embargo, la situación se complicó al revelarse que la actual ministra de Defensa, Maya Fernández, quien es nieta de Allende, podría recibir una parte del costo de la propiedad tras la compra. Este detalle incrementó las críticas hacia el ejecutivo, que se vio obligado a retractarse.
En un comunicado, el gobierno explicó que la adquisición no se concretaría “debido a la actual estructura de copropiedad de la comunidad de herederos del expresidente Allende, se ha determinado que no es posible concretar la adquisición de la residencia del exmandatario”. La decisión de dar marcha atrás fue vista como una medida necesaria ante la presión social y política que enfrentaba el gobierno.
Contexto de la polémica
La casa de Salvador Allende, ubicada en la comuna de Providencia, es un lugar emblemático en la historia de Chile. Sin embargo, el hecho de que la ministra de Defensa esté vinculada familiarmente con el exmandatario generó un conflicto de interés. Muchos criticaron la falta de transparencia del gobierno en el manejo de esta situación.
El anuncio inicial de la compra despertó una ola de reacciones negativas, tanto de la oposición como de sectores de la propia coalición de gobierno. La situación se tornó insostenible, llevando al Presidente a tomar la decisión de solicitar la renuncia de Sandoval. Aún así, la incertidumbre sobre el futuro de la casa de Allende y su posible conversión en museo continúa presente.
