El mundo despide a Tomiko Itooka, quien hasta su fallecimiento el 29 de diciembre a los 116 años, ostentaba el título de la persona más longeva del planeta. La japonesa, nacida el 23 de mayo de 1908 en Osaka, pasó sus últimos días en una residencia de ancianos en Ashiya, donde residía desde 2019.
Tras la partida de Itooka, el título de la persona más longeva del mundo recae ahora en Inah Canabarro Lucas, una monja brasileña de 116 años. Nacida el 8 de junio de 1908 en San Francisco de Assis, Inah reside en la Congregación Hermanas Teresianas en Porto Alegre.
La vida de Itooka estuvo marcada por el servicio religioso y reconocimientos especiales, como la bendición apostólica que recibió del papa Francisco en 2018 al cumplir 110 años.
Este fenómeno plantea desafíos económicos y sociales relacionados con el envejecimiento, como el aumento de los gastos médicos y la escasez de fuerza laboral activa.