Luego de conocerse esta semana que la Fiscalía aplazó la toma de declaración de Manuel Monsalve respecto de eventuales delitos de connotación sexual imputados en contra del exsubsecretario de Interior, este viernes se conocieron detalles de la permanencia del otrora funcionario de Gobierno en el anexo penitenciario Capitán Yáber.
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Poco menos de un mes, desde que el pasado 22 de noviembre se le decretara la cautelar de prisión preventiva, que en un principio cumplió en una cárcel de alta seguridad en Rancagua y que posteriormente derivó en un traslado hasta el centro penitenciario capitalino tras recibir amenazas de muerte de una reclusa.
Los 29 días de Manuel Monsalve en prisión preventiva
Todo ese tiempo, cuentan en lun.com, ha Monsalve solamente lo “han visitado familiares, sus abogados, un pastor evangélico y un amigo, el expresidente del Partido Socialista, Osvaldo Andrade”. ¿Políticos activos y con cargos vigentes en el aparato público? La verdad es que ninguno, de momento, según cita el medio de prensa nacional.
Una ausencia de la clase política con el exfuncionario de Gobierno que esta semana fue quebrada por el senador socialista Fidel Espinoza, quien por algunas horas compartió en el encierro con Monsalve.
“A mí me enseñaron desde niño que a los amigos cuando están en dificultades hay que apoyarlos siempre”, explica Espinoza en lun.com, quien insiste en que “mi visita se motiva por lo humano, de ir a darle un abrazo, verlo y poder conversar”.
“Me recibió de muy buena manera, muy emocionado y contento porque yo no soy como aquellos compañeros de mi propio conglomerado que eran incluso más cercanos a Manuel que yo mismo, y lo han golpeado en el suelo desde que comenzó con esta situación tan compleja”, cuenta el parlamentario.
“La vida está llena de personas que dicen ser amigos, pero cuando alguien cae en desgracia se olvidan de los gratos momentos compartidos, de la gente que te ha apoyado”, reflexiona.
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La vida está llena de personas que dicen ser amigos, pero cuando alguien cae en desgracia se olvidan de los gratos momentos compartidos
— Fidel Espinoza
“Pudimos compartir largo rato y tranquilos porque estuvimos tres periodos juntos como diputados, ahí forjamos lazos de amistad porque vivíamos en el mismo condominio en Viña del Mar. Ahí pude conocer al Manuel Monsalve serio, responsable, trabajador, un aporte para el Parlamento. Quizás mi visita va a generar críticas, pero no me arrepiento”, agrega Espinoza.
“El estar en un lugar así podría quebrar a cualquiera, nadie puede estar alegre al estar privado de libertad, pero lo noté entero a pesar que me contó que a veces pasa a estar triste y preocupado por todo lo que lee y ve en torno al caso en la prensa”, reveló el senador, quien cuenta además que Monsalve asegura tener los argumentos jurídicos suficientes “para poder defenderse” del juicio que se le avecina con motivo de la denuncia por violación y abuso sexual contra una funcionaria de la Subsecretaría de Interior.
“Él dice tener los argumentos para poder defenderse y me dijo que está muy abocado a lo que es precisamente su defensa, ya que próximamente dará una declaración ante la Fiscalía. Espera derribar muchos mitos en torno a este caso y espero pueda hacerlo por el bien de él y su familia. Y físicamente lo veo igual, no ha perdido peso ni se ve demacrado”, explica.
Él dice tener los argumentos para poder defenderse y me dijo que está muy abocado a lo que es precisamente su defensa
— Fidel Espinoza
“Me dijo que lee mucho, por eso mi primer regalo fue un libro y espero llevarle más en las próximas visitas. En la hora de patio que tienen al día trata de practicar un poco de actividad física, no es mucho lo que se puede hacer pero es algo de elongación, flexiones, cosas así, para mantener la buena movilidad. Y jugaba ping pong, pero parece que sacaron la mesa. En los espacios comunes a veces también ve televisión, se comparten películas cuando se puede (hay una televisión con señal abierta, canales nacionales solamente). Me dice que tiene trato cordial con el resto de los internos, pero que prefiere más los momentos de soledad y abocarse a sus cosas”, puntualiza.
“¿Si creo en la inocencia de mi amigo? Eso es algo de lo que no me voy a pronunciar porque no me corresponde. Yo siempre he dicho que las instituciones tienen que funcionar, pero yo hago una distinción entre lo humano y lo jurídico”, finaliza.