El pasado lunes 18 de noviembre la Policía de Investigaciones (PDI) del Biobío confirmó el hallazgo de cuatro fetos dentro de un refrigerador en un domicilio de la ciudad de Los Ángeles.
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El hallazgo lo hizo el propio dueño de casa, quien ya a finales de octubre, encontró a una recién nacida también dentro del refrigerador. Pero en este caso, era su propia hija, sin saber que su pareja había estado embarazada.
La mujer es técnico en enfermería y había sido formalizada por el primer hallazgo, quedando con la medida cautelar de arresto domiciliario total.
Según declaraciones de la comisaria de la PDI Tamara Hernández, “lo que nos preocupa es por qué no se detectaron estos otros cuatro cadáveres en las primeras diligencias. Esto será materia de investigación”.
“Tuvo su oportunidad de decir la verdad”
La pareja de la mujer, Marcos Contreras, en tanto, señaló que que cuando concurrió la PDI al sitio del suceso la primera vez, no hicieron un trabajo más exhaustivo.
Contreras señaló al medio Sabes, que el primer hallazgo “fue cruel porque uno no espera encontrarse con estas cosas y menos con un bebé. No era un feto, el peritaje arrojó que había respirado. Incluso le pusimos nombre y tenía su registro. Era una persona y encontrarse con algo así, ni a peor enemigo desearle esto”.
Respecto al hallazgo de los otros cuatro fetos, Contreras cuestionó que no se haya hecho un trabajo más exhaustivo por parte de la PDI. “Por qué no hicieron un trabajo más efectivo. Tenían mi permiso para que dieran vuelta todo y hubiera sido menos traumático haber salido al tiro de todo esto”.
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Además, sostuvo que “ella tuvo su oportunidad, el primer hallazgo lo hice yo y ahora estuvieron los niños involucrados”, confirmando que pretende seguir viviendo en el mismo lugar.
“Mi pareja tuvo la posibilidad de decir la verdad, de decir hay más, o cuando le digo que no abrieron arriba. De haber desarmado el refrigerador, habríamos pasado esto solo una vez y no dos veces. Estaba recibiendo un tratamiento psicológico y ahora todo se fue a tierra”.