La historia artística y siempre transgresora de Cher atraviesa seis décadas de la música y hoy, a los 78, la actriz y celebrity mantiene su altar de “Diosa del pop” acuñada por una vida tan intensa como creativa. Irrumpió en los sesenta en el dúo Sony & Cher, pero después tomó una ruta gloriosa que hoy le permite transparentar las experiencias y personajes que marcaron su destino a través del primer tomo de su biografía, que se lanzó esta semana en el Estados Unidos con el nombre de “Cher: The Memoir. Parte One”.
PUBLICIDAD
Su éxito se refleja en los 27 discos que grabó tanto como en su extensa filmografía –Máscara, Hechizo de Luna y Las brujas de Eastwick, entre otras cintas famosas- y un registro superlativo del que se jacta por ser “la única mujer que ha encabezado las listas del Billboard en siete décadas consecutivas, ganadora de un Oscar, un Emmy, un Grammy y un premio del Festival de Cine de Cannes e incluida en el Salón de la Fama del Rock and Roll”.
Por cierto, las memorias publicadas por Harper Collins contienen revelaciones y episodios tan extravagantes como ella. Fiel a su estilo, volcó en las entrevistas todos los secretos de sus amores y desengaños, e incluso quiso desnudar un secreto familiar: la transición sexual de su hijo.
“Me refiero a mi hijo Chaz como Chas, el nombre que usó durante los años en los que transcurren los hechos de este primer libro”, explicó la cantante. Bautizado como Chastity, el hijo de Cher y Sonny Bono comenzó su transición de mujer a hombre en 2008, poco antes de su cumpleaños número 40.
“Me costó entenderlo. Creer que aquella persona que había pasado toda su vida junto a mí había ‘dejado de existir’ era un gran error de apreciación. En realidad, simplemente ahora tiene una forma diferente”, confesó a CNN. También afirmó que “Chaz es hoy un hombre feliz, que ha dado su bendición para que use su antiguo nombre” en el libro.
Los amigos de Cher
Si a Cher la definieron como “una genia de la música”, ahora sorprende por su chispa y desparpajo para desentrañar capítulos y anécdotas de una vida extensa y agitada sobre el escenario y delante de las cámaras. En el primer volumen aborda su lucha contra la dislexia, los desafíos personales y las vivencias que la convirtieron en un ícono cultural.
Por ejemplo, en la primera parte repasa su infancia y su relación con su primer marido, Sonny Bono, su salto a la fama y el deterioro de la relación. A su padre lo describe como un armenio extrovertido, pero “adicto a la heroína y al alcohol con una debilidad por las apuestas”. A su madre, una exmodelo y actriz de origen irlandés, alemán y cheroqui, la recuerda como una mujer de gran talento para la música a la que su padre explotaba en show de bares.
PUBLICIDAD
Sus aventuras y amoríos son el decorado de una carrera notable y vigente, hoy al alero de su esposo, el productor, Alexander Edwards, de 37 años. En el libro, Cher recuerda su enamoramiento, con 15 años, del entonces galán hollywoodense Warren Beatty. Tras un choque menor en el estacionamiento de una farmacia, terminaron en la casa del actor –de novio con Natalie Wood- bañándose en la piscina. El encantamiento duró dos citas más, pero confiesa que “disfruté de su compañía, pero eso fue todo. La última vez que me llamó, estaba con mi futuro marido, Sonny”.
Años después, cuenta, sus amigos John Lennon y Harry Nilsson le pidieron que los llevara a la mansión Playboy para ver una de las películas que proyectaba Hugh Hefner los domingos. Ambos habían bebido y en la mansión perdieron el control, “como dos niños de 14 años”. Casi enloquecieron en el lugar y asegura que “tardé un siglo en conseguir que se volvieran a poner la ropa. Era como arrear borrachos”.
Pese a su caudal de éxitos, “Believe” (1998) es una bandera de su fama: lideró los rankings en más de 23 países y, con 12 millones de copias, es uno de los más vendidos en la historia de la música. Otra marca de la “Diosa del pop”, que ahora comparte los secretos de su memoria…
