La Corte de Apelaciones de Antofagasta confirmó la sentencia que obliga a la empresa Arcos Dorados Restaurantes de Chile Limitada, operadora de McDonald’s en el país, a indemnizar con $8 millones a la dueña de una perra border collie llamada Tika, quien falleció en 2021 al recibir una descarga eléctrica en el jardín de uno de sus locales.
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El incidente ocurrió en el establecimiento ubicado en el sector del Balneario Municipal de Antofagasta. En un fallo unánime, la Segunda Sala del tribunal ratificó la resolución del Segundo Juzgado Civil de Antofagasta, dictada el 27 de febrero de 2024, en la que se establece la responsabilidad de la empresa por incumplir las normativas de seguridad.
¿Qué indica la resolución?
Según el fallo, McDonald’s incurrió en una omisión culpable al no mantener sus instalaciones en condiciones seguras, tal como lo exige la normativa vigente. El documento señala que la compañía “transgredió norma expresa que la obligaba a mantener las instalaciones en buen estado y en condiciones de evitar peligro para las personas o cosas”.
Además, el tribunal subrayó que la negligencia de McDonald’s generó un escenario de riesgo que resultó en la muerte de la mascota. En este sentido, el fallo puntualizó: “La omisión en que incurrió la demandada es culpable, pues no tomó las medidas necesarias para prevenir un accidente”.
Aunque legalmente los animales no son considerados sujetos de derecho, la sentencia destacó la sensibilidad que la sociedad ha desarrollado hacia ellos. “El fallecimiento accidental e inesperado de una mascota puede generar un perjuicio o daño moral de una entidad que haga necesaria su reparación”, sostuvo el tribunal, citando la Ley N°20.380, que reconoce a los animales como seres vivientes y sensibles.
La resolución también argumentó que la dueña de Tika sufrió un impacto significativo en su vida diaria debido a la pérdida de su mascota. “Es posible presumir fundadamente [...] que efectivamente la demandante ha sufrido dolor, aflicción en su esfera psíquica y una alteración en su vida diaria, por la pérdida intempestiva de su mascota canina llamada ‘Tika’, circunstancias que permiten presumir fundadamente el daño moral que se demanda”, indicó el fallo.
Un precedente en protección animal
El caso ha generado un amplio debate sobre la responsabilidad de las empresas en garantizar la seguridad no solo de sus clientes humanos, sino también de sus mascotas, consideradas cada vez más como miembros de la familia. Este fallo no solo marca un precedente en términos de responsabilidad empresarial, sino que también refuerza la importancia de las normativas de protección animal en Chile.
McDonald’s no ha emitido declaraciones sobre el caso hasta el momento.