A eso de las 7:20 de la mañana, las puertas del recinto de la PDI en la comuna de Ñuñoa se abrieron de par en par y comenzó a salir la comitiva de vehículos que trasladó al exsubsecretario del Interior, Manuel Monsalve hacia el Centro de Justicia para reanudar la formalización por abuso sexual y violación hacia una subalterna, el pasado 23 de septiembre.
Si bien, la audiencia es a las 9:00 horas, la prensa presente en el lugar se sorprendió tras la salida adelantada del cuartel Williams Rebolledo, 40 minutos antes. Pero, al llegar a tribunales entendieron el motivo.
En el frontis del portón de acceso, una decena de funcionarios penitenciarios esperaban a la comitiva con pancartas y tambores de batucada, desde las cuatro de la madrugada. Pero, no era en forma de celebración o apoyo, sino que todo lo contrario: en protesta ante las condiciones laborales al interior de las cárceles.
Sin embargo, a pesar de tener tomado el frontis, no impidieron el paso de los automóviles, de cual se bajó en un de ellos, luciendo un chaleco gris oscuro, camisa blanca y pantalones negros. Caminando esposado y llevado por dos funcionarias de la PDI.
Ocho pisco sour
Nuevos antecedentes han salido a la luz en el marco de la formalización del exsubsecretario del Interior, Manuel Monsalve. Un informe de la Policía de Investigaciones (PDI) reconstruyó las horas previas al supuesto ataque, revelando detalles sobre el consumo de alcohol y los gastos realizados por el exfuncionario.
Según el informe de la PDI al que tuvo acceso La Segunda, la noche del 22 de septiembre Monsalve acudió al restaurante Ají Seco Místico junto a la denunciante, donde pagó $115.000 por el consumo total, en efectivo.
Entre lo adquirido por Monsalve y compañía se encontraban ocho pisco sour “catedral” preparados con pisco Quebranta y los platos consumidos por ambos. De acuerdo con la denuncia, la víctima habría tomado dos y medio, mientras que Monsalve aseguró a sus cercanos que consumió dos, pero que a partir de ese momento no recuerda nada más de la noche.