Esta técnica delictual, en la que grupos organizados irrumpen violentamente en viviendas para cometer robos, ha generado alarma social por su impacto en la seguridad y la privacidad de los ciudadanos.
PUBLICIDAD
Al respecto, Arroyo explicó que la propuesta busca incrementar las penas para este tipo de delitos, elevando el rango de sanciones a presidio perpetuo en los casos más graves.
“No podemos permitir que los hogares de las familias chilenas, espacios de resguardo y tranquilidad, se conviertan en un blanco fácil para bandas criminales. Este proyecto responde a una exigencia ciudadana de mayor seguridad y justicia”, señaló el legislador.
El proyecto introduce cambios al numeral primero del artículo 433, estableciendo que los robos con intimidación cometidos por dos o más personas serán castigados con presidio mayor en su grado máximo o presidio perpetuo calificado.
Además, se sustituirá el término “o” por una coma en la frase que describe las circunstancias agravantes, lo que refuerza la redacción jurídica.
El parlamentario justificó esta reforma señalando el riesgo inherente de escalada delictual que presentan los “turbazos”.
“Hoy un robo puede transformarse rápidamente en una violación o incluso en un homicidio. Necesitamos penas disuasorias que envíen un mensaje claro: en Chile, la violencia y la criminalidad no quedarán impunes”, añadió el congresista del partido social cristiano.
PUBLICIDAD
La propuesta legislativa también recoge experiencias de sistemas penales en países como Estados Unidos y España, donde los delitos de invasión de morada con violencia son castigados con penas más severas.
Según el representante del Biobío, “la evidencia internacional muestra que el endurecimiento de las penas es efectivo para prevenir conductas delictivas más graves”.
Con esta iniciativa, el legislador busca generar un impacto directo en la percepción de seguridad ciudadana y garantizar que el sistema penal responda proporcionalmente a la gravedad de estos delitos.
