La mañana de este viernes el exsubsecretario del Interior Manuel Monsalve será formalizado, justo a un mes de la denuncia en su contra, presentada por una funcionaria de gobierno, quien lo acusa de violación.
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La mujer de 32 años la acusa de haberla llevado a un hotel, donde al despertar a la mañana siguiente, se percata que fue violada.
La Tercera tuvo acceso a la denuncia de la mujer, que de acuerdo a su testimonio, no estaba consciente cuando llegó al hotel donde se hospedada en Santiago Monsalve y que ella no consintió ningún tipo de relación sexual con él.
“Le dije que yo no consentí”, dijo.
Si bien el medio dio a conocer el detalle la llegada de la mujer al Gobierno, nos remontamos a cuando el otrora subsecretario le informó que tendría nuevas responsabilidades. En agosto, Monsalve la contactó vía telefónica para darle sus nuevas tareas, entre ellas algunas “más prioritarias y personales.
Luego de esto le pidió que se tomaran un café, pero no se concretó. Sí finalmente se reunieron el domingo 1 de septiembre,
fueron hasta un restaurant en el mall Costanera Center, donde de acuerdo a su testimonio, “en un momento comenzó a oscurecer y él acarició mi cara, en las mejillas y me besó, a lo cual me paralicé en ese momento, no me corrí ni opuse resistencia a eso, porque estaba paralizada, era como una situación irreal para mí”.
La mujer relata que después de ese primer encuentro a solas con Monsalve, Gabriel de la Fuente, exjefe de gabinete del imputado la contactó para informarle el detalle de sus nuevas funciones en el ministerio y le remarcó que tendría que acompañar a Monsalve permanentemente.
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“Me cita el jefe de gabinete, comentándome mis nuevas funciones y también comentándome el aumento de mi remuneración. Me comentó que el aumento era por las mayores responsabilidades que estaba asumiendo y, también, dado que debía comenzar a viajar a regiones por temas de agenda de la autoridad, mencionándome que debía quedarme en el mismo hotel en el cual se hospeda el subsecretario. Le mencioné que estaba de acuerdo con esas condiciones laborales”, indicó.
“Al rato después, creo que fue una o dos horas después, me citó el subsecretario a su oficina. Me comenta si el jefe de gabinete había conversado conmigo respecto de mis nuevas funciones, yo le comenté que estaba de acuerdo dado que lo extenso de la jornada implicaba varios gastos extra que tenía que asumir, por ejemplo traslado a mi domicilio y temas de comida y mantención, que implican tener una extensa jornada laboral. Él me comenta que el objetivo es que yo me hospede en su mismo hotel, que debía tomar desayuno, almorzar y cenar con él, por la nueva función que estaba ejerciendo, y que tenía que estar siempre al lado de él, y asistir a cada una de las reuniones que él sostenía con las diversas autoridades y organismos de interés”.
Pasaron los días y llegó Fiestas Patrias, y la tarde del 21 de septiembre recibió el mensaje del ex subsecretario donde la invita para salir al día siguiente.
“El día domingo él envió un Uber a mi domicilio, en el cual él iba dentro, vestido todo de negro, con gafas y un gorro. Esto aproximadamente a las 18.00 horas. Y ahí empezó la pesadilla para mí. Desde ese día siento que me fui, que no he vuelto a vivir, y nadie me ha dicho nada ni me ha ayudado en nada”.
Fueron al restaurante Ají Seco Místico y ambos bebieron tres pisco sour. Ella, sin embargo, insiste que cuando iba a la mitad del tercero perdió toda noción de sí.
“No recuerdo cómo salí del lugar. No recuerdo cómo llegué a su hotel, porque desperté en su hotel. No recuerdo absolutamente nada. Nunca en mi vida me había pasado algo así. El primer recuerdo que tengo en la mañana es que todavía estaba oscuro y no sabía la hora. Yo me sentía mareada y con mucho dolor de cabeza. Estaba aún medio inconsciente y recordé en ese momento que había una reunión, que me tenía que levantar temprano, y escuché que él dijo que no, que se suspendió. Posterior a eso, desperté consciente, no sé bien la hora. Mi celular estaba apagado porque no tenía batería, y me di cuenta que estaba sin ropa. Estaba solo con un chaleco que era sin mangas. Miré el lugar y nunca había visto ese lugar, no sabía reconocerlo. Nunca en mi vida lo había visto”, sostuvo.
Le preguntó a Monsalve, al despertar, por un mordisco que tenía en el brazo, y que este le había dicho que ella misma se lo había hecho. Al insistirle que no recordaba nada, Monsalve también le habría asegurado que incluso intentó bajarse del vehículo que los trasladó desde el restaurante hasta el hotel.
“Me dijo que iba como jugando con el conductor, que le había tomado el brazo o algo así al conductor, que yo venía interactuando con el conductor, y también me dijo que yo intenté bajarme y arrancarme y que en ese intento de arranque entre los dos me tomaron de la casaca y me subieron al auto, porque yo me había intentado arrancar”, manifestó.