El próximo 31 de octubre marcará el inicio de una transformación significativa en uno de los puntos más emblemáticos de Santiago: la Plaza Italia. Las obras de remodelación del eje Nueva Alameda comenzarán en esa fecha, alterando la movilidad vehicular en la zona y, finalmente, eliminando la icónica rotonda de la Plaza Baquedano.
PUBLICIDAD
Este ambicioso proyecto tiene como objetivo mejorar la circulación peatonal y renovar los espacios públicos, pero también traerá consigo importantes desafíos para los conductores durante la primera fase de las obras.
El plan de remodelación contempla la unión de los parques Forestal, Balmaceda y Bustamante, generando un corredor verde continuo. Además, se modernizará la iluminación, pavimentación y el equipamiento urbano.
Aunque el proyecto completo no estará finalizado hasta septiembre de 2025, los conductores deberán adaptarse a los cortes y desvíos de tránsito que se implementarán a partir de este 31 de octubre, y que se prolongarán hasta al menos diciembre de 2024.
La primera fase de las obras, que afectará el tramo entre calle Merced y Vicuña Mackenna, restringirá el acceso de los vehículos que circulan desde el oriente hacia el poniente. Los autos que transiten en esa dirección no podrán cruzar el Puente Pío Nono. Por lo tanto, los conductores que deseen dirigirse al barrio Bellavista deberán hacerlo a través de la calle Eliodoro Yáñez.
“El tránsito se verá restringido de forma definitiva en el viraje al norte por Pío Nono desde avenida Providencia, por lo que el llamado es a buscar rutas alternativas, pero fundamentalmente llegar a esa vía por avenida Andrés Bello o Bellavista con antelación, doblando al norte como última alternativa por avenida Providencia, a la altura de Huelén, o Eliodoro Yáñez”, explicó Rodrigo Valladares, seremi de Transporte Metropolitano.
Desde la Municipalidad de Santiago, se recomienda a los conductores que circulen por la avenida Providencia optar por desvíos hacia Bilbao o Vicuña Mackenna, mientras que calle Merced quedará habilitada exclusivamente para el transporte público, obligando a los vehículos particulares a utilizar la Alameda para sus desplazamientos.
Este cambio temporal en la movilidad es solo el comienzo de un proyecto que promete revitalizar uno de los puntos neurálgicos de la ciudad. Sin embargo, las autoridades hacen un llamado a los automovilistas a informarse sobre las rutas alternativas y planificar sus desplazamientos con antelación para minimizar el impacto de los desvíos en sus trayectos diarios.