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Fortalecer las áreas protegidas, un desafío contra el tiempo

El Encuentro de Áreas Protegidas y Comunidades es una iniciativa que busca reunir los diversos esfuerzos estatales y privados para un desafío paralelo: proteger y gestionar mejor estas áreas claves para la conservación en el país.

El parque nacional Kawésqar
El parque nacional Kawésqar

El territorio y maritorio chileno, como en todo el mundo, es cada vez más vulnerable al cambio climático y la actividad humana. Las áreas protegidas en Chile equivalen a un 37% de la superficie total del país, por lo que el reto de gestionar esa protección es monumental.

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Por ejemplo, la reserva nacional Kawésqar, en la Región de Magallanes y de la Antártica Chilena, tiene un guardaparque para una superficie del tamaño de Bélgica. Además, el hecho de que las áreas protegidas en Chile se concentran mayoritariamente en la Patagonia chilena, dejan una importante cantidad y variedad de ecosistemas sin protección, sobre todo en la zona central del país.

“Creemos que las crisis de pérdida de biodiversidad y de cambio climático están interrelacionadas y deben abordarse con una mirada sistémica. Eso está reflejado en nuestra Ley Marco de Cambio Climático y estamos incorporando aspectos de adaptación al cambio climático en nuestra Estrategia Nacional de Biodiversidad actualizada”

—  Maisa Rojas, Ministra de Medio Ambiente

Por otro lado, un desafío clave para las áreas protegidas es ser un polo de desarrollo económico y social sustentable. La administración y gestión eficiente, con participación activa efectiva de las comunidades, es fundamental para ello. En el resto del mundo hay varios ejemplos exitosos, como el Servicio de Parques Nacionales de EE.UU. que el 2022 reportó que generó un total de 42,5 billones de USD y un total de 322.600 empleos, siendo  locales la mayoría de ellos. Y se estima que, por cada dólar invertido en parques nacionales, se genera un retorno económico de 10 dólares a la economía nacional estadounidense.

Para Aída Baldini, directora nacional de Conaf, incorporar a las comunidades aledañas a los parques y reservas en la preservación y desarrollo es fundamental: “Sin las comunidades aledañas (las áreas protegidas) pierden bastante sentido en términos de la cultura que hay en los sectores, pero también en todo lo que dice en relación a lo que requieren los visitantes. Requieren muchas veces alimentación, alojamiento, que no siempre van a estar disponibles dentro de estas unidades de áreas silvestres, sino que son dados por las comunidades. También todo el sistema de guías que mucha gente requiere y un montón de servicios que son dados por estas”.

Áreas protegidas y comunidades

En el marco de este desafío (y del Día de las Áreas Protegidas de América Latina y el Caribe, que se celebra el 17 de octubre), este lunes se hará el IV Encuentro de Áreas Protegidas y Comunidades en el Centro Cultural palacio de La Moneda, con la participación de actores públicos y privados que buscarán  analizar las oportunidades de conservación y desarrollo socioeconómico local que surgen de la interacción entre las áreas protegidas y las comunidades cercanas.

En este contexto están  las comunidades portal, localidades cercanas a un área protegida de manera física o cultural y que llevan implícita la posible relación de beneficio mutuo. Esto es, beneficiarse ambiental, económica y socialmente, y ser un aliado para abordar las amenazas a la conservación.

Un ejemplo de este modelo de desarrollo sostenible compatible con la conservación de la biodiversidad existe desde 2019 con la Alianza Suprarregional de Comunidades Portal, que integra a los Gobiernos Regionales de Los Lagos, Aysén y Magallanes, a los 26 municipios de la Patagonia chilena, Conaf, Ministerio del Medio Ambiente, Subsecretaría de Turismo, Sernatur, Programa Austral Patagonia, Balloon Latam y la ONG Pew.

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“Chile podría ser un ejemplo de desarrollo sostenible basado en sus áreas protegidas, con su importante porcentaje de superficie bajo protección y su Servicio de Biodiversidad y Áreas Protegidas en proceso de implementación. Pero ello requiere de aunar visiones, esfuerzos y compromisos en torno a la gestión efectiva de las áreas protegidas”

—  César Guala Catalán, director del Programa Austral Patagonia de la Universidad Austral de Chile

Desde su implementación se ha logrado la formulación de más de 27 proyectos con 18 municipios, levantando más de $1.200 millones de pesos que van en beneficio directo a las comunidades.

Para César Guala Catalán, director del Programa Austral Patagonia de la Universidad Austral de Chile (coorganizadores del Encuentro), esta interacción es clave ya que “la gobernanza participativa es uno de los pilares de la buena gestión de áreas protegidas, y muchos parques y reservas están avanzando en ese sentido, poniendo en marcha -por ejemplo- los Consejos Consultivos en los que participan representantes de la comunidad. Por otro lado, hace algunos años que está en marcha la Estrategia de Comunidades Portal de la Patagonia chilena, a través de la cual se desarrollan planes de acción para potenciar la relación de beneficio mutuo que se da entre las áreas protegidas y las comunidades aledañas”.

Metas en biodiversidad

Maisa Rojas, Ministra de Medio Ambiente, dijo a Publimetro que “valoramos este encuentro que se realiza en la antesala de la COP16 de Biodiversidad, que comienza en unos días en Cali, Colombia. Recordemos que el próximo año, la COP30 de Cambio Climático se realizará en Brasil, por lo que los ojos del mundo estarán sobre esta región”.

Y es que la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Biodiversidad (conocida como COP 16) está a la vuelta de la esquina. Se llevará a cabo del 21 de octubre al 1 de noviembre de 2024 en la ciudad de Cali, Colombia. Y para Chile es un desafío cada vez mayor llegar a las metas al año 2030 en materia de biodiversidad: proteger el 30% del territorio y maritorio al 2030.

De la superficie nacional, el 23% de la tierra y 42% del mar están protegidos, por lo que se puede considerar que el país está muy cerca de cumplirlo. Pero gestionar ese territorio, considerando que Chile es uno de los 10 países que menos invierte en gestión para la conservación de su biodiversidad, es el desafío mayor.

Esta será la misión del nuevo Servicio de Biodiversidad y Áreas Protegidas (SBAP), creado en 2023 con el desafío de administrar un sistema nacional de todas las áreas protegidas –que actualmente se encuentra disperso en cinco ministerios distintos– y lograr fortalecer su desarrollo para el beneficio de estas y las comunidades.

El IV Encuentro de Áreas Protegidas y Comunidades, se realizará este 14 de octubre en el Centro Cultural Palacio de La Moneda. Es una iniciativa colaborativa público-privada que reúne al sector ambiental, la sociedad civil, las comunidades locales, la academia y los tomadores de decisiones, uniendo esfuerzos en pos de la conservación de la biodiversidad en las áreas protegidas y de la mejora de calidad de vida de sus habitantes.

El evento estará abierto a todo público y es gratuito. Para saber más de los expositores y horarios, ingresa a www.encuentroareasprotegidas.com

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áreas protegidas existen en Chile en total, incluyendo las figuras de Áreas Marinas Costeras Protegidas de Múltiples Usos (AMCP-MU), Bienes Nacionales, Monumentos Naturales, Parques marinos, Parques nacionales, Reservas marinas, Reserva Nacional, Santuarios de la Naturaleza, sitios Ramsar, áreas privadas de conservación.

3 preguntas a…

César Guala, director del Programa Austral Patagonia -UACh

¿Como director de un programa conservación, cuáles son sus expectativas para el evento de este lunes?

–Chile podría ser un ejemplo de desarrollo sostenible basado en sus áreas protegidas, con su importante porcentaje de superficie bajo protección y su Servicio de Biodiversidad y Áreas Protegidas en proceso de implementación. Pero ello requiere de aunar visiones, esfuerzos y compromisos en torno a la gestión efectiva de las áreas protegidas y esperamos que este IV Encuentro de Áreas Protegidas y Comunidades contribuya a eso. Para este Programa, inserto en la Universidad Austral de Chile, nos hace aún más sentido el encuentro de este lunes, porque confirma el rol que tenemos las universidades en torno a la investigación, la generación de información, la transferencia  de resultados para la toma de decisiones y la promoción de la cooperación público-privado y academia.

¿Cómo ve la posición de Chile en cuanto a los compromisos asumidos en el Convenio de Diversidad Biológica?

–Es innegable que Chile ha avanzado en la protección de su patrimonio natural, y que llega con cifras positivas a la próxima COP16. Sin embargo, también es cierto que aún nos falta mucho para asegurar que estas áreas cumplan con el objetivo para cual fueron creadas, es decir, la conservación de biodiversidad, ecosistemas y servicios ambientales, y desarrollo económico-social local. Enfrentar este desafío y avanzar decididamente hacia la conservación efectiva de las áreas protegidas del país, requiere de acciones concretas, siempre en colaboración de las comunidades que viven cerca de estas áreas. Ello implica contra con mayor financiamiento, guardaparques con mejores condiciones y mayores capacidades para abordar los desafíos de la gestión, mayor participación y articulación con las comunidades vecinas, los municipios, etc.

¿Puede dar un ejemplo concreto de problemas de gestión de las áreas protegidas que se estén enfrentando actualmente?

–Un área protegida bien gestionada debe contar con ciertas herramientas y recursos básicos, como son los planes de manejo que ordenan las actividades que pueden o no hacerse al interior del área. Deben contar con un sistema de monitoreo de biodiversidad y sus amenazas; con un sistema de fiscalización; con una gobernanza participativa que incluya a las comunidades locales. Su personal, además, debe estar capacitado en el manejo de técnicas y herramientas de gestión, y, muy importante, debe contar con recursos para poder financiar lo anterior.

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