Más allá de los circos y las fondas que florecen con el sol de septiembre, la época de Fiestas Patrias ofrece una variada oferta cultural donde hoy destacan tres obras costumbristas ya clásicas del teatro nacional de raíz social e histórica.
Por ejemplo, “La Pérgola de las flores” irrumpió con fuerza y colorido en el escenario nacional en 1960, con el texto original de la dramaturga Isidora Aguirre y música de Francisco Flores del Campo, retratando una protesta ciudadana propia de fines de los años veinte.
En ese instante, la pérgola de San Francisco está en peligro, porque la urbanización de Santiago implica que la pérgola y sus trabajadores deben irse para dar paso a los autos. Apoyadas por estudiantes, trabajadores y artistas, las pergoleras se oponen a la medida que defiende la aristócrata Laura Larraín junto a la elite. Y en medio del conflicto está Carmela, la icónica campesina de la obra musical que se reestrenará a fines de septiembre en el Centro Cultural Gabriela Mistral.
Pocos años después, en 1965, debuta “La remolienda”, de Alejandro Sieveking, dirigida por el artista popular Víctor Jara, y que también llegaría a convertirse en un fenómeno teatral por la riqueza de su temática y sus actuaciones.
En un Chile aún de claro tinte campesino, retrata la historia de Nicolasa, quien decide llevar al pueblo a sus tres hijos para asomarlos a la modernidad y la búsqueda de otra vida. Ese cambio incluye conocer otra realidad en el prostíbulo de doña Rebeca, donde se enamoran perdidamente.
Sobre música, amores y prostíbulos
El 6 de septiembre se presentó en el Teatro Nescafé y pronto inicia una gira nacional, liderada por la actriz Kathy Kowalezcko. “Los capitalinos, los habitantes de la ciudad, van a ver este tipo de personajes que existen hasta el día de hoy. Es un clásico del teatro chileno, una comedia, una obra muy fácil de ver y muy enriquecedora; es una joyita del teatro costumbrista”, expresa.
Un impacto similar produjo en el público “La Negra Ester” en 1988, basada en las décimas del músico Roberto Parra Sandoval -hermano de Violeta-, dirigida entonces por el gran actor y director Andrés Pérez Araya.
La obra de Parra es de carácter autobiográfico, se ambienta en el puerto de San Antonio a fines de la década del 30 y comienzos del 40 y muestra el amor entre Ester, una prostituta, y Roberto, un cantor que la busca incansablemente, con el fondo musical de la Regia Orquesta.
Durante casi dos décadas Rosa Ramírez personificó a la Negra Ester y hoy, sobre el escenario del Teatro Nescafé del 12 al 15 de septiembre, al frente del elenco está su hija, Micaela Sandoval, como protagonista.