Asegurando que “yo no estafé a nadie”, el fundador del Grupo Arcano, Alberto Chang, dio una entrevista al programa de TVN, Informe Especial, con quienes conversó a través de Skype desde la cárcel en Malta.
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En ese contexto, fue consultado por la investigación penal que hay en su contra en Chile, particularmente sobre la estafa de la que es acusado en el país por varias personas que invirtieron en el Grupo Arcano y que lo acusan de haberlos defraudado.
“No soy un estafador”
Así, luego de asegurar que tiene dinero para pagar a quienes lo acusan, ya que dice contar con un fideicomiso de 100 millones de dólares, Alberto Chang indicó que “no soy estafador y yo creo que lo importante aquí son los hechos. El Grupo Arcano existió por 15 años, desde el 2001 hasta el 2016. Durante estos 15 años nosotros creamos empresas reales en Chile, oficinas en Estados Unidos, inversiones reales y documentadas, con Snapchat, Uber”.
Luego, añadió que “yo nunca dejé de pagar ni siquiera una tarjeta de crédito. Siempre tuvimos buenas relaciones con nuestros inversionistas, se les pagó a todos. Hasta el 2016, muchos de ellos, o sea, literalmente miles, recibieron sus inversiones puntualmente todos los días. Todos los meses sin ninguna falta”.
Alberto Chang fue consultado en ese momento por los inversores que en Chile lo acusan de estafa tras la quiebra de su empresa, instante en que señaló que los inversionistas tenían que ser “calificados” y que por lo tanto, conocer que se arriesgaban a perder dinero.
“La gente que invirtió con nosotros debe ser inversionista calificado, por lo cual firman un documento antes de invertir. Si la persona que invirtió no tiene apetito de riesgo, no es un inversionista calificado, y por tanto, nunca debió haber invertido con nosotros. Esta siempre fue una inversión de riesgos”, dijo en ese sentido.
En ese sentido, sobre la quiebra del Grupo Arcano agregó que “desde que nosotros habíamos estado en el negocio, jamás había pasado que todo el mundo hubiera cobrado su dinero y nadie hubiera invertido. En menos de 30 días yo ya tenía declarada mi quiebra personal y de las empresas, de todas mis empresas en todo el mundo”.
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Alberto Chang explicó que no se le dio tiempo para “repactar” y poder así acceder a más dinero y poder pagarle a sus inversionistas.
“Ni siquiera se me concedió 30 días para repactar, para poder acceder a más fondos, como inclusive un banco de concedería si es que tú te atrasas en un pago. Aquí en 30 días yo ya estaba liquidado como persona. Al suspenderse las cuentas en el extranjero para revisión, yo me quedé sin capacidad financiera para remesar a Chile. Y ahí se produjo el default, pero no porque no hubiera dinero. Una deuda forzosa no es una estafa dolosa. Yo fui forzado de una deuda. Yo no estafé a nadie”, aseguró enfático.