Chile enfrenta un desafío significativo en la reducción de víctimas fatales por siniestros de tránsito, con un total cercano a las 1.600 muertes anuales. Lamentablemente, la velocidad imprudente es una de las principales causas, según las cifras oficiales presentadas en el Anuario Estadístico de Siniestros de Tránsito del año 2023, de Carabineros.
En este sentido, la Ley CATI (Centro Automatizado de Tratamiento de Infracciones) se levantó como una solución eficaz para hacer frente a este desafío. Promulgada en abril de 2023 tras una prolongada tramitación de nueve años, la norma busca reducir las muertes en el tránsito mediante un control automatizado de infracciones por exceso de velocidad.
Las estimaciones apuntan a que, gracias a CATI, puede haber una reducción de hasta un 30% en las muertes relacionadas con la velocidad, equivalente a salvar unas 600 vidas anuales.
Inspirada en el éxito de normativas similares en países desarrollados como Francia, España y Australia, la ley pretende transformar la seguridad vial en Chile.
Su implementación se ha visto frenada por la demora en la aprobación de los reglamentos necesarios por parte del Ministerio de Transportes, que desde enero de este año mantiene los documentos en revisión. Pero, a pesar de estos retrasos administrativos, se están dando pasos importantes en la implementación de la ley CATI.
En terreno, ya se ha avanzado considerablemente en la preparación de los sitios donde se instalarán las cámaras y en la logística general de un sistema de alta tecnología. ¿Pero en qué consisten estos trabajos?
Trabajos para implementar la Ley CATI: más de 75 esquinas analizadas
Villner, empresa que hace 30 años se especializa en trabajos de topografía y geodetección, está desplegada en distintos puntos de la Región Metropolitana ejecutando el primer paso de la instalación de las cámaras de la Ley CATI. Su tarea actual es encontrar los lugares exactos para las cámaras, evitando interferencias con estructuras subterráneas.
Para esto la compañía está trabajando con equipos de alta tecnología como, los georadares modelo Stream DP y DS2000, localizadores que permiten identificar el paso de conductividad, así como también, algunas estructuras metálicas.
Hace poco más de un año, el plan piloto incluyó más de 10 puntos de cámaras: Irarrázaval con José Benavente, Vespucio Poniente con Cristóbal Colón y Bilbao con Manquehue Sur.
También se consideraron puntos en Bilbao con Sebastián Elcano, Vespucio Poniente con Vitacura, y Vespucio Oriente con Vitacura. Además, las intersecciones de Bilbao con Latadía, Vicuña Mackenna con Santa Isabel, y Bilbao con Los Leones. Otros lugares estratégicos incluyen Bilbao con Vespucio Sur Vista Norte, y Macul con Los Plátanos.
Actualmente, Villner ha identificado alrededor de 75 nuevos puntos para eventualmente instalar cámaras en vías de comunas con alto tráfico en la Región Metropolitana, destacando tres ejes fundamentales: avenida Apoquindo, avenida Recoleta y avenida Matta, en gran parte de su extensión. Para esto, utilizan un georadar que les ayuda a recoger datos y verificar si hay ductos o elementos bajo el suelo.
Al respecto, Antonio Restovic, gerente general de Villner señaló que “la labor de geodetección es fundamental para la correcta implementación del CATI. Al asegurarnos que las cámaras se ubiquen sin interferencias o dificultades con estructuras subterráneas, garantizamos una mayor eficacia en el control de velocidad y contribuimos a la seguridad vial en la Región Metropolitana”.
“Este proyecto no solo mejora la planificación urbana, sino que también refuerza nuestra capacidad para evitar daños a la infraestructura existente”, agregó Restovic.
Villner utiliza el Georadar DS2000 de Leica con antenas de 700/250 MHz, lo que permite interpretar de manera certera en un rango de profundidad de 0 a 3,5 metros aproximadamente. “La precisión en este tipo de trabajos es crucial”, finalizó Restovic.