El Ministerio Público ha abierto una nueva línea de investigación en el marco del denominado Caso Audios, que ha generado una serie de reacciones y especulaciones en la opinión pública. Esta vez, la indagatoria se centra en las conversaciones privadas que habrían sostenido el abogado Luis Hermosilla y el exfiscal regional metropolitano oriente, Manuel Guerra, en relación al controversial Caso Penta.
Según un reciente reportaje publicado por CIPER, desde la fiscalía están revisando detenidamente los chats entre Hermosilla y Guerra, en particular aquellos que se remontan a 2016. En dichos mensajes, se habría discutido la posibilidad de “contactar a Andrés” (en referencia a Andrés Chadwick, exministro del Interior y primo del expresidente Sebastián Piñera) para buscar una salida favorable al Caso Penta.
Estas conversaciones habrían tenido lugar en 2016, en pleno desarrollo de la causa que involucraba a los controladores de Penta, Carlos Délano y Carlos Lavín, y al exsubsecretario de Minería, Pablo Wagne, quienes fueron acusados de financiamiento ilegal de campañas políticas y otros delitos económicos.
Uno de los aspectos más controvertidos de esta investigación fue el rol de Manuel Guerra, quien en 2018 eliminó los cargos de soborno contra Délano y Lavín, y recalificó el delito de cohecho contra el exsubsecretario de Minería, Pablo Wagner. Esta decisión fue duramente criticada por la Unidad de Anticorrupción de la Fiscalía Nacional y provocó una crisis al interior del Ministerio Público, que culminó con la renuncia de los fiscales Carlos Gajardo y Pablo Norambuena.
Gajardo y Norambuena, quienes fueron los principales impulsores de la investigación contra Penta, se opusieron abiertamente al acuerdo alcanzado por Guerra con Iván Moreira, senador de la UDI, también implicado en el caso. La renuncia de ambos fiscales fue vista por muchos como un acto de protesta contra lo que consideraron una “blandura” en la persecución de los delitos de corrupción.
La Fiscalía está evaluando si estos intercambios privados podrían constituir un delito, lo que podría abrir una nueva fase en el ya extenso caso judicial. Según constó CIPER, los chats no se limitan a una sola conversación, sino que habría varios intercambios donde ambos discutían sobre aspectos sensibles de la causa judicial.