El gigante de la belleza Avon Products, conocido mundialmente por su modelo de ventas directas, se acogió al Capítulo 11 de la Ley de Quiebras en Delaware, Estados Unidos, generando gran expectación en América Latina, donde la marca tiene una presencia significativa.
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Este proceso de reestructuración, según informó la empresa, es el resultado de una crisis financiera causada principalmente por más de 386 demandas relacionadas con productos a base de talco que presuntamente podrían contener sustancias cancerígenas.
Philip Gund, director de reestructuración de Avon, declaró que la empresa ha invertido aproximadamente 225 millones de dólares en defenderse de las demandas por daños personales, lo que ha drenado su liquidez. Se espera que en los próximos días, la empresa siga aumentando el número de demandas “si no se encuentra una solución permanente”, explicó Gund a Bloomberg.
El Capítulo 11 de la Ley de Quiebras, bajo el cual Avon se ha acogido, está diseñado para permitir a las empresas con dificultades financieras significativas reestructurar sus deudas mientras continúan operando. A pesar de la difícil situación, Avon aseguró que sus operaciones continuarán con normalidad y que no habrá recortes de empleos entre sus 5.000 empleados en Estados Unidos.
¿Qué pasará en América Latina?
La noticia ha generado preocupación en América Latina, una región donde Avon tiene una fuerte presencia y una clientela leal. Natura & Co, el grupo brasileño que adquirió Avon Products en 2020, fue rápido en tratar de calmar los ánimos. En declaraciones a Forbes México, Natura & Co aseguró que la declaratoria de bancarrota de Avon en Estados Unidos no afectará las operaciones de la marca fuera de ese país.
“No se espera que este proceso tenga impacto en las operaciones de Avon fuera de los Estados Unidos, las cuales no forman parte del proceso de Chapter 11, incluyendo las operaciones en los mercados latinoamericanos donde la marca Avon es distribuida por Natura, y donde la integración de las dos marcas está mostrando resultados consistentes”, manifestó la empresa, por lo que todo sigue igual en los mercados internacionales de Avon.
Esta aclaración es clave, ya que Avon ha sido durante décadas un ícono en la venta directa de productos de belleza en América Latina. La marca es particularmente fuerte en países como Brasil, México y Argentina, donde ha construido una red extensa de representantes independientes que venden sus productos.
El CEO de Avon, Kristof Neirynck, reafirmó el compromiso de la empresa con su estrategia de modernización y crecimiento global. En un comunicado reciente, Neirynck señaló que Avon se está enfocando en avanzar con su estrategia comercial a nivel internacional, modernizando su modelo de venta directa y revitalizando la marca para acelerar su crecimiento.