Marco Enríquez-Ominami (MEO), excandidato a la presidencia de Chile, se refirió a la reciente denuncia de violencia de género contra su socio político y expresidente argentino, Alberto Fernández. La acusación, presentada por la exprimera dama Fabiola Yáñez, señala al exmandatario de haber ejercido violencia física y psicológica durante su relación.
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La noticia, que ha resonado fuertemente en los medios de comunicación y en las redes sociales, no fue indiferente para Enríquez-Ominami quien es su socio del exmandatario argentino en el Grupo Puebla.
“Repudio todo acto de violencia a la mujer”
El político chileno no tardó en expresar su posición al respecto en su cuenta de X (anteriormente conocida como Twitter). “Repudio todo acto de violencia a la mujer, es inaceptable. La denuncia de Fabiola Yáñez contra Alberto Fernández es grave y dolorosa, los conozco a ambos”, escribió el político chileno.
MEO, quien ha compartido numerosos escenarios políticos con Fernández y ha defendido en más de una ocasión las causas impulsadas por el exmandatario argentino, se mostró claramente consternado por la situación. En la misma red social, MEO instó a que “la justicia hable y actúe con celeridad”.
Las imágenes que se han difundido a través de redes sociales y medios de comunicación muestran moretones en el rostro de Yáñez, los que habría ocasionado Fernández, como resultado de los episodios de violencia que vivió durante su relación con Fernández.
Además, en una reciente entrevista a Infobae, la exprimera dama denunció haber sido objeto de amenazas y acoso psicológico, describiendo su experiencia como un verdadero “terrorismo psicológico”.
En respuesta a las acusaciones, Fernández negó categóricamente haber ejercido cualquier tipo de violencia contra Yáñez. En un comunicado emitido poco después de que la denuncia se hiciera pública, el exmandatario aseguró que “aportará ante la justicia las pruebas que dejarán en evidencia lo que realmente ocurrió”.
Fernández también se refirió específicamente a las imágenes de los moretones en el rostro de Yáñez, indicando que estos no eran resultado de una agresión, sino de “un tratamiento estético contra las arrugas”.