El expresidente de Argentina, Alberto Fernández, se encontraba acompañado de su medio hermano Pablo Galindez, cuando la policía federal llegó hasta su departamento en la torre Puerto Madero, en Buenos Aires, para llevar adelante la diligencia ordenada por los fiscales Carlos Rívolo y Ramiro González.
En el allanamiento, registrado en el piso 12 del edificio River View, los efectivos policiales requisaron el celular del exmandatario, en el marco de la investigación por violencia de género que denunció la exprimera dama, Fabiola Yañez, según informó el diario La Nación.
Las pericias que se harán al dispositivo telefónico de Fernández, buscan determinar si el expresidente siguió acosando a su ex pareja luego que fuera notificado de no tener contacto con ella, en una causa que la justicia argentina dispuso que fuera secreta.
Los fiscales González y Rívolo indicaron que la diligencia busca determinar si Alberto Fernández, “siguió el hostigamiento luego de ser notificado” que no tenía que tener contacto con Fabiola Yañez, quien ha denunciado haber sido sometida a “terrorismo psicológico” por parte del exmandatario.
La investigación del caso quedó en manos del juez federal Julián Ercolini y el fiscal Ramiro González seguirá a cargo de las indagatorias, mientras que el fiscal Rívolo seguirá participando de manera conjunta en la causa.
El expresidente Fernández, en tanto, contrató a la abogada especialista en derecho de familia, Silvina Carreira, para su defensa.
Renuncia a la presidencia del partido
Producto de esta denuncia, la tarde del viernes Alberto Fernández renunció a la presidencia del Partido Justicialista a través de una carta enviada a mesa directiva del Consejo, donde sostuvo que “ante diversas manifestaciones periodísticas y la denuncia relacionada con cuestiones de género que son de público conocimiento y para no manchar los honores que me merece el Partido Justicialista, tengo el deber político y moral de expresarme, aguardando que la situación se aclare”.
Asimismo, agregó el exmandatario argentino que “de ninguna manera voy a hacer que el gobierno aproveche esta denuncia en mi contra para ocultar los terribles problemas que tiene nuestro pueblo argentino. Convencido que nuestra organización partidaria no convalida el silencio y creyendo prudente no intervenir en ningún proceso judicial, siempre teniendo en alto el legado de Juan Domingo Perón y Eva Perón con mucho dolor he decidido renunciar a la presidencia del Partido Justicialista Nacional”.