Nicolás Maduro aseguró ayer que varios de los detenidos en las protestas en Venezuela son “comanditos” que “fueron entrenados en Chile y Perú” y que arribaron a Venezuela “hace 15 días, con planes de dónde atacar y a quién amedrentar. Y con plata”.
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Más allá de los dardos que envía el Presidente de Venezuela, en Chile hay preocupación de que lo que llegue sea un nueva oleada de migrantes.
En Arica ya hubo una reunión entre los gobiernos locales, el Ejército, policías, la Fiscalía y Migraciones y hoy el subsecretario del Interior, Manuel Monsalve, viajará a Iquique, Colchane, Chacalluta y Arica, donde se hará oficial un comité de seguridad fronteriza y la ampliación a nivel nacional del sistema de empadronamiento biométrico.
“Seguramente, vamos a tomar decisiones para fortalecer nuestra capacidad como Estado en materia de infraestructura en la frontera, en materia de equipamiento y de tecnología”, expuso Monsalve.
Desde el Ejecutivo, Carolina Tohá, ministra del Interior y quien fuera vicepresidenta los días posteriores a la elección en Venezuela, tenía ayer por la tarde una reunión con el Ministerio de Defensa, Migraciones y las policías para “pensar qué medidas podemos tomar”.
“Ciertamente hay una preocupación de que (la ola) se pueda intensificar. Tenemos que prepararnos, ya se han estado teniendo en todos estos días bastantes contactos y primeras conversaciones. En los próximos días se va a hacer una visita al norte para trabajar ahí ya directamente con los equipos que están emplazados”, señaló.
Una de las medidas sería recurrir a otras embajadas para ayudar a los trámites de los venezolanos. Otra la informó el director del Servicio de Migraciones, Luis Thayer, quien explicó que los venezolanos podrán abandonar el país aunque sus pasaportes estén vencidos, independientemente de su situación migratoria.
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Además, el funcionario señaló que “hay una política migratoria que establece que no se generarán incentivos ni llamados para que nuevos flujos migratorios se activen hacia nuestro país. Eso no va a cambiar. Ni se van a crear nuevas visas especiales”.
Thayer, finalmente, reconoció que sin relaciones diplomáticas, “los procedimientos (de expulsión) se dificultan”.
En el Gobierno están ordenando las cosas para asumir el quiebre de relaciones con Venezuela anunciado por Maduro. El embajador, Jaime Gazmuri, llegaría hoy a Chile e intentará seguir en algunas funciones desde Santiago y se mantendrá como parte del cuerpo diplomático.
La posible situación migratoria movió las aguas en el Congreso. Los diputados de RN Andrés Longton, José Miguel Castro y Diego Schalper, miembros de la Comisión de Seguridad, exigieron a través de un oficio a los ministerios de Interior y RR.EE. medidas de resguardo fronterizo ante un posible aumento migratorio, contrario a lo que señaló el Canciller, Alberto Van Klaveren, quien descartó ese aumento. “Eso es totalmente contraintuitivo, la crisis sociopolítica en Venezuela ha empeorado”, dice el oficio.
Finalmente, el senador José Miguel Durana (UDI) solicitó a la Comisión de RR.EE. que cite al Ministerio del Interior para saber cuáles son las medidas que tomará.
Pese a las medidas expuestas por el Ejecutivo y el Servicio Nacional de Migración, el diputado Diego Ibáñez (FA) declaró que “las personas que hoy están solicitando algún tipo de cobijo en Chile, el Presidente Boric estará abierto a esa reflexión y a acoger a quienes lo requieran (...) por razones políticas o de Derechos Humanos”.
Ante esto, su par Jorge Brito (FA) dijo que “Chile no está preparado para un nuevo ‘Cucutazo’, para una nueva ola migratoria”.