El viernes pasado, dadas las denuncias sobre una serie de privilegios que habría gozado Eduardo Macaya durante su primera prisión preventiva, el reingreso del empresario al penal concesionado de Rancagua acaparó las miradas de los medios de comunicación.
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Tras decretar el Tribunal Oral en lo Penal de San Fernando el cambio de medidas cautelares, el interés estaba centrado si regresaría a la unidad de salud (donde habría estado en una habitación individual, con baño privado y destinada a mujeres), o sería asignado a otra dependencia del centro penitenciario.
Ante posibles sorpresas, el Tribunal instruyó a Gendarmería que informara, en menos de 24 horas, el lugar donde sería derivado Macaya, luego de ser evaluado por médicos de su condición física y psicológica, según consigna El Mostrador.
Gendarmería de Chile confirmó al mencionado portal que el empresario agrícola, condenado por el delito de abuso sexual infantil reiterado, ingresó, previo cortrespondiente proceso de calsificación, directamente al sector de Reclusión Especial de Imputados Media-Baja, el llamado módulo 86.
El sector de Reclusión Especial de Imputados Media-Baja
La sección señalada de la cárcel de Rancagua es un complejo que incluye al menos tres módulos, entre el 83 y el 86, lugar al cual Gendarmedría destina a persona de menor calsificación criminal, entre los que se encuentran los primerizos, los adultos mayores, aquellos que podrían presentar conflictos con otros reos y los acusados por delitos sexuales, en concreto, los violadores.
Esta es un ala de cuatro módulos al interior del complejo, cada cual con su respectiva cancha de baby fútbol, todas las cuales confluyen en una unidad central o “pecera”, lugar donde se encuentra la sala de monitoreo con cámaras de Gendarmería.
Las celdas están acondicionadas para recibir a dos internos, dado que cuentas con dos camas de concreto cada una (más allá que en ocasiones, por sobrepoblación penal, se destinan más reos en estas celdas), y tienen un pequeño baño privado y ducha.
Al interior de esta unidad penal están recluidos otros reos conocidos por la opinión pública, como Mauricio Hernández Norambuena, el “Comandante Ramiro”, exlíder del Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR), sentenciado por el homicidio del senador de la UDI, Jaime Guzmán; Francisco Solar, partícipe del mediático “Caso Bombas” y condenado a 86 años de prisión, y el exalcalde de Rancagua, Juan Manuel Muñoz, a quien se le acusó de manlversación de caudales públicos.