Sabido es que mucha es la gente endeudada, pero tal realidad puede ser aún peor si se pertenece al grupo de las personas de la tercera edad (desde los 60 años) o bien de la cuarta edad (a partir de los 80), segmentos que van en aumento en el país y que representa el 20% de los cerca de 20 millones que se calcula que ya somos.
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El 44° Informe de Deuda Morosa, que elaboran la Universidad San Sebastián (USS) y la empresa Equifax, mostró que marzo de 2024 había 4.045.945 personas con compromisos impagos, totalizando un 25,9% de la población mayor de 18 años.
Pero de esos datos se desprendió una realidad no muy alentadora para los adultos mayores, pues según el estudio realizado por la Facultad de Economía y Gobierno de la USS, las personas de 60 años y más incrementaron su morosidad en un 21,8% en el trimestre enero-marzo de 2024.
Mientras los adultos de entre 60 y 69 años aumentaron en un 5,9%, los mayores de 70 años aumentaron un 15,9%, llegando a más de 700 mil personas en ambos rangos etarios.
Una situación contraria a la de personas de entre 18 y 24 años, quienes disminuyeron un 37,5% comparado con el mismo mes del año pasado.
MOROSIDAD CON ROSTRO DE ADULTO MAYOR
Alejandro Weber, decano de la Facultad de Economía y Gobierno de la USS y ex subsecretario de Hacienda, aseguró que estos números revelan grandes desafíos económicos.
“En términos globales, los morosos llegan a 4.046.000 personas, lo que si bien representa una estabilización de las cifras en los últimos doce meses, hay que mirar con cuidado. Porque hace doce meses era posible reportar por ley la morosidad en el sector salud, pero ahora, lamentablemente, somos por completo ciegos ante ese registro”, señaló el especialista.
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Y añadió con respecto al rango etario de este informe que “sin duda, esta entrega tiene rostro de adulto mayor. La morosidad es un termómetro del funcionamiento de la economía, y hoy la actividad y la inversión aún no repuntan. Además, las proyecciones siguen siendo mediocres en materia de crecimiento, inversión y empleo. Es posible que las cifras de morosidad se mantengan estables, pero no porque la economía mejore, sino que porque las condiciones de acceso al crédito aún siguen siendo restrictivas”.
VOCES PARLAMENTARIAS
Dos de los miembros de la Comisión de Personas Mayores de la Cámara Baja abordaron la compleja situación económica en ese sector de la sociedad.
La diputada Catalina del Real (presidenta de la instancia, exRN y hoy independiente prorrepublicanos) indicó que “lamentablemente, uno de los grupos más afectados por los problemas económicos del último tiempo ha sido el de los adultos mayores. Ellos se han visto perjudicados por el alza en los precios de los productos y lo caros que también están los medicamentos Y ahora hay que sumar el aumento en las tarifas eléctricas.. Todo esto los ha empujado a endeudarse para costear sus gastos”
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“Es urgente que el Gobierno considere alguna medida para apoyar a los adultos mayores, avanzando quizás en un subsidio especial para ellos en las cuentas de la luz o en alguna ayuda para que no deban recurrir a la deuda para financiar su día a día”.
Y su colega PS Daniel Melo precisó que “estos indicadores demuestran lo necesaria que es la reforma de pensiones, para asegurar un piso económico destinado a las personas mayores que hoy se endeudan para llegar a fin de mes. En el caso de los adultos mayores trabajadores, está pendiente establecer que el sueldo mínimo llegue a 500 mil pesos, ya que en la actualidad en promedio es de 372 mil pesos, lo que hace aún más precaria la vida de este sector. Es de toda justicia avanzar en ambas medidas sociales”.
TAMBIÉN SON MÁS GOLPEADOS POR LA INFLACIÓN
De manera inesperada para muchos, el IPC de junio fue de -0,1%. Pero los denominados Índice de Precios al Consumidor del Adulto Mayor (IPC-AM) y del Adulto Mayor Vulnerable (IPC-AMV) registraron variaciones mensual de 0,1% y de 0,3%.
Así lo destacó Clapes UC en un reporte, en el que se agregó que “al igual que para la población general, las categorías que más contribuyeron a la inflación mensual para los adultos mayores y los adultos mayores vulnerables fueron “Alimentos y bebidas no alcohólicas” junto a “Vivienda y servicios básicos”… La mayor inflación mensual para los adultos mayores, tanto vulnerables como no vulnerables, se explica porque ellos gastan una proporción considerablemente mayor en productos estas categorías”.
El escrito reseñó además que “destacaron los incrementos en los precios de los tomates, las lechugas y las papas, alimentos que son consumidos en mayor medida por los adultos mayores en comparación a la población general”.
“También destaca el aumento en el precio del suministro eléctrico, un servicio cuya ponderación entre los adultos mayores vulnerables es más del doble que entre la población general. Dado lo anterior, el incremento en el precio del suministro eléctrico que se proyecta hacia adelante afectará en mayor medida a los adultos mayores, especialmente a los más vulnerables, que a la población general”, cerró el texto.
EL DRAMA DE LA PENSIÓN AUTOFINANCIADA
En el marco del pasado Día del Trabajador, el investigador de la Fundación SOL, Recaredo Gálvez, analizó los altos niveles de endeudamiento en los adultos mayores, lo que se vincula a las bajas pensiones.
“La mora promedio de las personas de 70 años y más alcanza los $2.272.542 en el caso de los hombres y $1.300.114 en el caso de las mujeres. Estas cifras son alarmantes y tienen bastante sentido cuando se consideran las paupérrimas pensiones que paga el sistema de AFP en Chile.
Para ilustrar esto podemos tener como referencia el dato de quienes recibieron su primera pensión de vejez en diciembre de 2023, considerando entre 35 y 40 años cotizados (es decir una exigencia alta, posiblemente con muy pocas lagunas y durante las décadas en las que el sistema alcanzó altas rentabilidades), y obviando el monto total, que incluye a la PGU.
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La mitad de las mujeres que se pensionaron en diciembre de 2023, en dicho tramo de años cotizados, alcanzó a autofinanciar una pensión de AFP menor a $272.610. En el caso de los hombres para el mismo mes y tramos de años cotizados, alcanzaron a autofinanciar una primera pensión menor a $280.336.
En ambos casos no logran superar siquiera el 61% del salario mínimo vigente. Mientras tanto, las ganancias de las AFP en el año 2023 superaron los $1.486 millones diarios”.
