Este será un tema que irá escalando, de seguro. Apoderados y profesores de la comuna de Ñuñoa han denunciado que la Corporación Municipal de Educación eliminaron las clases de religión en varios establecimientos municipales.
De acuerdo a lo que informa 24 Horas, Israel Vilches, representante de los apoderados, aseguró que “esta movilización surge en respuesta a un cambio unilateral en el currículo educativo al menos en uno de esos establecimientos, el Colegio República de Siria, donde se sustituyó la enseñanza de religión cristiana a la que optamos los padres por un ramo de ‘orientación valórica’, en el que se enseña ‘religiones comparadas’ sin consulta previa a nosotros, ni aprobación curricular del Mineduc”.
Gabriel Fuentealba, representante de los profesores de región acreditados, precisó que la eliminación de este ramo va en contra del “Decreto 924 de 1983, donde se establece que las clases de religión son obligatorias en todos los establecimientos educacionales, pero optativas para los estudiantes y sus familias”.
La circular sobre el ramo de religión
La Superintendencia de Educación envió una circular estableciendo el procedimiento para la implementación de las clases de religión. Según el Decreto 924, las clases de religión deben ser impartidas durante dos horas semanales, y los apoderados tienen el derecho de exigir que sus hijos reciban una educación religiosa acorde al programa aprobado por el Ministerio de Educación al momento de la matrícula.
La circular especifica que para los alumnos que no quieren clases de religión, los colegios deben ofrecer alternativas educativas.
Para los que sí quieran la clase, son los padres quienes deben decidir al momento de la matrícula si sus hijos asistirán a las clases de religión, las cuales deben seguir el programa aprobado por el Ministerio de Educación.
El mismo grupo de padres y profesores, precisaron que la Municipalidad de Ñuñoa ha vulnerado estos derechos al crear un programa propio con ideología y contratando docentes no acreditados ni certificados para impartir un programa aprobado por el Ministerio de Educación.
“Esta situación fue evidenciada por una circular enviada al Colegio Siria, donde se implementó un programa no autorizado”, sentenciaron.