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¿Quién es Hugo Bustamante?: El perfil del asesino de Ámbar Cornejo que confesó dos desconocidos homicidios

El “asesino del tambor” se encuentra recluido en el Centro Penitenciario de Rancagua por la violación, homicidio y descuartizamiento de la joven.

(Pablo Ovalle Isasmendi/Pablo Ovalle Isasmendi/AgenciaUno)

Una impactante y tenebrosa revelación entregó el asesino que le quitó la vida a la adolescente Ámbar Cornejo en el año 2020, Hugo Bustamante. Él confesó haber matado a más personas a la periodista Ivonne Toro para su libro “La niña Ámbar”. Anteriormente, no habían antecedentes de estos homicidios.

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“No sé si darle los nombres de las dos personas que desaparecieron y que hasta hoy no se han encontrado. Si le digo los nombres podrá comprobar que no estoy mintiendo. La cosa es las consecuencias que me traería entregarle esta información. Veremos cómo se darán las cosas y veremos si la vuelvo a ver…”, contó Bustamante, lo que fue consignado por CIPER.

La periodista señaló que se trataría de Elena Hinojosa y Eduardo Páez. Producto de esta confesión, la información fue contrastada y confirmada por la profesional, existiendo por ambas personas denuncias por presunta desgracia. Esta misma revelación sería posteriormente contada por Bustamante a un gendarme, confirmando la ubicación exacta de los cuerpos en calle Covadonga 641, su exdomicilio.

En esa misma entrevista con Ivonne Toro, él confesó que “nadie sabe lo que está en mi mente, que no es grato. Cuando a uno le aplican la palabra psicópata y uno empieza a recordar lo que ha estudiado uno dice “chita.  A ver: Hugo Bustamante, juzguémoslo”. Se encuentra con la realidad de que sí, este huevón sí es psicópata”.

“Llegar a ese punto cuesta más que la cresta. Mentirme, imposible; mentirle, sí. Maté personas. Me puedo pudrir aquí en la cárcel, voy a morir de viejo acá, y no voy a devolver ese dolor. Psicópata, poh, sí, cuando estoy frente al espejo y me estoy afeitando, estoy frente a un psicópata, y me pregunto ¿por qué la rabia fue más fuerte que el raciocinio?, ¿qué pasa con esta persona?, ¿qué hay en mi mente? Y no me gusta la respuesta”, agregó.

Bustamante se encuentra recluido con la condena presidio perpetuo en el Centro Penitenciario de Rancagua por la violación, homicidio y descuartizamiento de la adolescente.

Los asesinatos de Hugo Bustamante

Durante el primer año de la pandemia, un terrible asesinato acaparó la atención del país: la muerte de la joven de 16 años, Ámbar Cornejo, en Villa Alemana. Ella fue a la casa de su padrastro (Bustamante) para encontrarse con su madre para que le pasara el dinero de su manutención.

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La adolescente desapareció y se encontraron ropa y restos de ellas en terrenos aledaños al hogar de Bustamente, quien violó, asfixió y descuartizó a la menor, lo que terminó siendo confesado por la misma madre de Ámbar, Denisse Llanos. La joven fue encontrada enterrada dentro de un cooler.

Previo a este cruel asesinato, Hugo Bustamante ya había pasado tiempo en la cárcel por haberle quitado la vida a su expareja, Verónica Vásquez, y al hijo, Eugenio Honorato. En 2005 fue condenado a 15 y 12 años de presidio por dichos asesinatos, pero accedió al beneficio de libertad condicional en 2016. Sólo completó 11 de los 27 años de condena a los que fue sentenciado.

Por estos asesinatos, él recibió el apodo de “el asesino del tambor”, pues intentó ocultar sus delitos depositando ambos cuerpos al interior de un tambor metálico con cal, agua y yeso.

Psicópata

Por este caso que data del 2005, Hugo Bustamente fue entrevistado para el programa de crímenes, “Mea Culpa”. Él conversó con Carlos Pinto ese mismo año, en donde al responder de dónde nace esta semilla de maldad, el “asesino del tambor” señaló que “a ver, hubieron (sic) discusiones con ella que fueron engendrando yo creo una rabia interna. Oculta”.

“Pero si usted me pregunta del momento en si que yo cometí los crímenes, tengo una confusión, porque algunas cosas yo por ejemplo he escuchado, de Investigaciones, de las acusaciones del fiscal, que me hacen ver cómo fueron los hechos. Otras las recuerdo burdamente. Entonces yo hago una mezcla. Y ahí elaboro lo que pasó ese día. Pero si usted me dice a mi que sea detallista para describir cómo pasaron las cosas ese día, honestamente, no puedo”, continuó.

“¿Cómo se explica entonces que por una simple discusión haya llegado a este horrendo delito?”, preguntó Carlos Pinto. “Ni yo me explico cómo y en qué momento me transformé en la persona que lo hizo. Yo a veces lo veo como un sueño. Como que hubiese soñado el episodio y que yo no fui la persona que llevó a cabo ese delito. Estoy consciente que fue así, que yo lo hice. Pero incluso a mí me cuesta aceptar los hechos”, respondió el asesino.

“Yo hago cuenta que soy otra persona, y que dejo a Hugo Bustamante, o el asesino, como lo quieran llamar, la persona que cometió estos delitos, aparte. Y empiezo a mirar desde afuera el caso. Horrible. Entonces, me pongo a pensar por qué reaccioné de esa manera cuando podría fácilmente haberme levantado y haberme ido. Que hubiese sido lo lógico, porque antes lo había hecho. Y ese día, como le digo, por último yo le debería haber pegado un empujón cuando me llegó el golpe en la cara. No lo hice. Yo la tomé a ella”, continuó.

“¿Es un monstruo?”

- “No sé de qué otra forma se puede catalogar a una persona que mata a dos seres humanos. ¿Cree usted que podría yo verme como una persona normal o podría decirle tengo los mismos principios de los demás?”

“Hugo, te he escuchado la forma en cómo tu racionalizas todos los hechos. Pero igual creo que tengo que hacerte esta pregunta. ¿Estás arrepentido de lo que hiciste?”

- “No por el temor a estar preso. Que es un temor fuerte. Cualquier ser humano no quiere ser privado de su libertad por supuesto. Es cuando uno se empieza a cuestionar si existe o no existe Dios. Y si existe o no la condena”.

Al ser consultado si cree que volvería a quitarle la vida a otra persona, Bustamante respondió que: “lo he pensado. Lo he pensado. También me he cuestionado, también lo he analizado. Y a ciencia cierta, no tengo la respuesta. No podría decirle no, es imposible que volviera yo a vivir una situación tan parecida. Ni tampoco porque, de hecho, pienso que no”.

“Pero también digo… bueno, si en un momento determinado exploté de esta manera, frente a cierto tipo de situaciones, ¿explotaré nuevamente? Y eso si que es angustiante, ¿ah? Eso si que es angustiante. Porque sabe qué, con eso uno se demuestra a sí mismo que no conoce”, cerró.

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