En un verdadero tormento se transformó para la familia de María Elcira Contreras, la última celebración del Día de la Madre, luego que durante un almuerzo en el fundo Las Tórtolas, en Limache, se perdiera el rastro de la mujer después de ir al baño.
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Según han señalado los familiares de la adulta mayor, existe una creciente angustia debido a la falta de resultados en la búsqueda, ya que inicialmente se consideró que la mujer de 85 años pudo haber sufrido un accidente y caído en un canal cercano. Sin embargo, no se han encontrado pistas que reafirmen esa hipótesis.
Lucía Vega, amiga de María Elcira, señaló a Chilevisión, que cree “que hay más de alguien involucrado” en la desaparición, ya que “no puede ser que una persona desaparezca en un lugar privado, ni puedo creer que ella se haya dirigido a un lugar peligroso. Eso no lo puedo creer”.
Además, Lucía agregó que visitaba todas las semanas a su amiga, a quien calificó como “una gran persona y una gran amiga”, asegurando que conversaban de la naturaleza, “nos gustaba mucho la flora autóctona”.
NULA DEFERENCIA CON LA FAMILIA
A casi un mes de la desaparición María Elcira Contreras, su familia ha cuestionado la nula reacción y falta de empatía que han tenido los dueños del fundo Las Tórtolas, desde el primer momento en que se percatan del extravío de la adulta mayor.
Carla Hernández, nieta de la mujer, sostuvo que “como familia estamos tristes, frustrados y angustiados, porque en el fundo Las Tórtolas nos cerraron las puertas. Ya no se nos permite entrar como antes y eso nos deja una sensación muy amarga”.
En conversación con el programa Buenos Días a Todos, la nieta agregó que “antes nos sentíamos cerca del lugar donde mi abuela desapareció y nos cerraron las puertas. Somos personas ‘non grata’ en el lugar”, añadiendo nunca le prestaron la ayuda necesaria. “Ellos no han tenido ninguna deferencia”, sostuvo Hernández.
Por último, aseguró que nunca les advirtieron del fundo Las Tórtolas que atrás del restaurante había un canal, argumentando que “si se hubiese perdido un niño hubiese sido distinto. Acá se discriminó a mi abuela por su condición de adulta mayor”, subrayó su nieta.
