La policía de Estados Unidos ha informado que existen más de 100 bandas chilenas involucradas en el “turismo delictual”, una práctica que amenaza la continuidad del programa de Visa Waiver para ciudadanos chilenos. Estos grupos criminales se dedican a robar en viviendas de barrios acomodados en estados como California, Arizona, Michigan, Indiana, Virginia, Nueva York, Florida y Ohio.
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“Solo de bandas chilenas hay más de 100 operando en todo el país, a toda hora. Lo que están buscando son cosas de fácil reducción, como dinero, joyas, relojes y carteras de alta gama”, advirtió el alguacil del condado de Oakland, Michael Bouchard.
El convenio de Visa Waiver con Chile podría ser suspendido debido a que miembros de estas bandas, que han sido detenidos, ingresaron al país con este programa. En abril, la embajadora de Estados Unidos, Bernadette Meehan, ya había advertido que Chile no está exento de perder este beneficio.
Desde el parlamento chileno, varios congresistas expresaron su preocupación. El diputado Raúl Soto, del Partido Por la Democracia (PPD), señaló que “es absolutamente comprensible la preocupación de Estados Unidos y Chile debe garantizar el buen uso de la Visa Waiver para mantener este beneficio. No es posible que delincuentes la utilicen para ir a delinquir y dejar mal puesto el nombre de Chile”.
Por su parte, Diego Schalper indicó: “He pedido al director de la PDI y al subsecretario Monsalve que levanten la información y que, en definitiva, sepamos si esas bandas efectivamente han hecho uso del programa y se han valido de terceros países. Tenemos que desglosar la información”.
“Siempre es una preocupación”
Desde el Gobierno, la ministra Camila Vallejo intentó calmar la situación, asegurando que “siempre es una preocupación cuando surgen alertas, pero hemos podido ir resolviendo de manera muy expedita en nuestras relaciones diplomáticas con Estados Unidos”, dijo según informó Meganoticias.
La amenaza de perder la Visa Waiver subraya la necesidad de acciones inmediatas y coordinadas entre las autoridades chilenas y estadounidenses para combatir el “turismo delictual” y asegurar que los beneficios del programa no sean explotados por delincuentes.