Este sábado se dieron a conocer los resultados del informe emitido por el Servicio Médico Legal sobre la causa de muerte de Franco Vargas, el joven conscripto de 19 años que falleció durante un entrenamiento militar en Putre, Región de Arica y Parinacota.
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Según el informe, Vargas murió debido a una muerte súbita causada por un problema cardiaco, descartando la participación de terceros en su fallecimiento. Sin embargo, los detalles del entrenamiento al que fueron sometidos los conscriptos han levantado sospechas y preocupaciones por el trato que estarían recibiendo los soldados.
Las circunstancias del deceso de Franco Vargas
Fue el pasado 27 de abril, que Vargas y otros conscriptos fueron obligados a realizar una caminata en condiciones climáticas extremas, con temperaturas que alcanzaron los 15 grados bajo cero, según dieron a conocer testigos.
Además, según declararon testigos del hecho, Franco se habría desvanecido en dos oportunidades sin recibir la atención adecuada. A través de una denuncia anónima se reveló que “el muchacho pedía que le dieran la chaqueta y el milico le decía que no, que no y que no... que así nomás. No se la pasó y el niño se desmayó una vez. Después despertó y el milico lo siguió aporreando. Se volvió a desmayar. Creo que tiritaba, cagado de frío”.
Aunque el Ejército ha negado esta versión, los informes médicos muestran que 45 conscriptos presentaron cuadros infecciosos de origen respiratorio y gastrointestinal como resultado de esta actividad.
Dos de los conscriptos tuvieron que ser conectados a ventilación mecánica, mientras que uno corre el riesgo de perder una extremidad debido a las condiciones extremas a las que fueron expuestos. Además, testimonios de testigos revelan situaciones de humillación hacia los jóvenes durante el entrenamiento, lo que habría provocado un shock grupal y graves consecuencias en la salud mental de los soldados.
Ante esta situación, el Ejército ha anunciado que se investigará exhaustivamente los motivos que llevaron al deceso del joven soldado, y también, las posibles vejaciones y maltratos que habrían recibido los conscriptos al interior del entrenamiento.
Por su parte, la Ministra de Defensa Maya Fernández manifestó su preocupación por la gravedad de los hechos y aseguró que se buscará justicia para las familias. En ese sentido dio a conocer que se han iniciado las investigaciones “para saber, con toda la rigurosidad y también la celeridad que requiere el caso, qué es lo que ha sucedido”.