En el Día Mundial de la lucha contra el maltrato infantil, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, Unicef, señaló que la violencia hacia niños, niñas y adolescentes por parte de sus cuidadores principales ha tenido un aumento en los últimos seis años, según los datos de la 2° Encuesta Nacional de Polivictimización (estudiantes entre 12 y 17 años), pasando de un 35% en 2017 a 39% en 2023. El mismo estudio muestra un mayor incremento de la violencia sicológica, manifestada en insultos, pasando de un 28% en 2017 a 35% en 2023.
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Los resultados de la 2° Encuesta Nacional de Polivictimización son coincidentes con otros estudios sobre violencia realizados en Chile, durante la última década. Según la encuesta ELPI, el 56,9% de los niños y niñas, entre los 5 y 12 años, es víctima de agresiones sicológicas en su crianza por parte de cuidadores principales. A eso se suma, según la encuesta CAP de UNICEF que un 47% de los y las cuidadores consideran, al menos, una práctica violenta como efectiva y un 33% de los padres y madres no considera la violencia sicológica, como una forma de violencia.
Violencia psicológica
La violencia psicológica tiene efectos similares a la violencia física, afectando el derecho que tienen niños y niñas a vivir una vida libre de violencia, así como su salud física y mental, su autoestima y estado de ánimo, y sus procesos de aprendizaje y desarrollo. Asimismo, deteriora la relación con sus padres y madres y con sus pares. La Convención sobre los Derechos del Niño da un lugar central a los adultos en la vida de niños y niñas, guiando su proceso de desarrollo, lo que implica poner límites y normas, pero nunca con violencia.
El Representante Adjunto de Unicef, Glayson dos Santos, explicó que “los niveles de violencia intrafamiliar en contra de niños, niñas y adolescentes en Chile siguen siendo altos, lo que es confirmado por distintos estudios que se han realizado en el país en la última década. El maltrato infantil es una grave vulneración de derechos, que afecta transversalmente a niños, niñas y adolescentes de todos los sectores sociales y deja graves efectos en su desarrollo”.
La 2° Encuesta Nacional de Polivictimización señala que, si bien se mantiene el nivel de violencia a niños y adolescentes hombres, en torno al 27%, en el caso de las niñas y adolescentes mujeres aumentó de 43% en 2017, a 52% en 2023.
La violencia sicológica se expresa en insultos, gritos, descalificaciones e ironías, lo que genera graves y prolongados efectos en quienes la reciben, como baja autoestima, estrés, ansiedad, dificultades para dormir y concentrarse en clases, además de un aprendizaje sobre la forma de resolver conflictos.
En ese contexto, el Represente Adjunto de Unicef reiteró la necesidad de contar con normativas que prohíban el castigo corporal y sancionen todo tipo de violencia hacia niños y niñas, pero también es fundamental contar con políticas públicas que entreguen apoyo a las familias para que puedan cumplir con su rol protector. “Los niños y niñas tienen que encontrar en sus padres, madres y cuidadores el cariño y la protección que necesitan para crecer y desarrollarse”, agregó.