Una impactante situación vivida por una mujer con movilidad reducida en el Metro de Santiago ha generado indignación y reflexión sobre la accesibilidad en los espacios públicos. Josefa Farías, una joven usuaria de silla de ruedas, se vio obligada a subir las escaleras de la estación Unión Latinoamericana de Línea 1, arrastrándose debido a la falta de operatividad de los ascensores.
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“El ascensor estaba malo para salir. Pedimos ayuda al personal del Metro, pero nos dijeron que no podían ayudar. Así que tocó subir con pura fuerza de brazos, aunque mi pantalón quedó todo manchado”, relató Josefa en sus redes sociales.
Esta experiencia pone de manifiesto la importancia de mantener en óptimas condiciones los ascensores del Metro, especialmente para aquellos usuarios que dependen de ellos para movilizarse. Josefa expresó su preocupación al respecto: “Por eso es necesario que cuidemos los ascensores, que no se sobrecarguen y no se sobreutilicen”.
En un video compartido en redes sociales, Josefa detalla las dificultades que enfrentan las personas con discapacidad cuando los ascensores no funcionan correctamente: “Muchas personas no entienden la importancia de cuidar los ascensores del Metro. Cuando estos están malos o en mantenimiento, muchas veces toca subir o bajar así y es un sobreesfuerzo mental y físico”.
El video no estuvo exento de críticas por parte de algunos usuarios, cuestionando por qué la persona que grababa no le prestaba ayuda. Sin embargo, Josefa aclaró que viajaba acompañada de su esposo, quien se encargó de subir su silla de ruedas y sus pertenencias mientras ella enfrentaba la difícil tarea de ascender las escaleras, por otro lado, su hijo fue quien grabó el registro.
Esta situación pone de relieve la necesidad de sensibilizar a la sociedad sobre las dificultades que enfrentan las personas con discapacidad en su vida diaria, así como la importancia de garantizar la accesibilidad en los espacios públicos.