Este miércoles, alumnas de la Universidad de Los Andes realizaron una masiva manifestación en las afueras de la Escuela de Terapia, esto, luego de que la estudiante de Terapia Ocupacional, Catalina Cayazaya Cors, se quitara la vida tras denunciar una serie de malos tratos, acoso y abusos por parte de dos profesoras tutoras durante sus internados clínicos.
PUBLICIDAD
Según denunció su madre, Carolina Cors, Catalina se quitó la vida el 16 de marzo después de sufrir malos tratos y acoso por parte de sus profesoras tutoras durante sus dos internados clínicos.
“El 16 de marzo de este año la encontré muerta en la mañana, con una nota pidiéndome perdón por no poder resistir tanto dolor”, expuso la mamá en una carta publicada el martes en Instagram, titulada “A Catalina le arrebataron las ganas de vivir”.
La mujer detalla que su hija sufrió una serie de irregularidades mientras cursaba su quinto año de terapia ocupacional en la Universidad de Los Andes, carrera a la que ingresó en 2017.
“Pasó los primeros 4 años sin problemas, querida por sus pares y profesores. Hasta que en 2022 inició el internado. En un lugar donde está normalizado el maltrato a los internos en las carreras de la salud”, afirmó la madre.
“Su primer internado le tocó una tutora de TO (terapia ocupacional) que usaba a las internas para realizar talleres y que las trataba según el ánimo con que amanecía, incluso con insultos y faltas de respeto. Lo comentó con su profesora a cargo, pero sin ningún resultado”, sostiene en la carta.
“Tanto así que para Cata fue una sorpresa que en las evaluaciones preliminares la felicitaran por su desempeño. Se presentó al examen sin nota de desempeño y con la exigencia de evaluar a la tutora previo a éste (ambas situaciones completamente irregulares e ilegales, en conocimiento de la universidad). La evaluó creyendo que no llegaría a ella hasta después. La reprobó”, continúa.
PUBLICIDAD
“Debido a esto, la joven ‘fue a la dirección a presentar estas situaciones, nadie la escuchó. Fue tratada de ‘sensible’, como si serlo fuera algo negativo”, se lee en la carta.
“En las dos evaluaciones preliminares pasó bien calificada, sin ninguna retroalimentación negativa. Pero la última semana la tutora se enteró que no tendría interna en la próxima rotación, a causa de la cantidad de licencias por salud mental de las que habían pasado con ella. Un día antes del examen informó que Catalina no podía presentarse porque la encontraba deficiente”, expuso la madre.
“Cata exigió su nota de presentación y su derecho a presentarse a examen en un mail a la dirección, se lo permitieron. Nuevamente le exigieron evaluar a la tutora previo al examen y se volvió a presentar sin nota de desempeño. La tutora la aprobó con un 4, y en ese momento informó que su nota de presentación era un 2 (improbable con dos preevaluaciones buenas)”, complementó. Todas estas situaciones causaron que la joven “se fue al suelo, sin esperanzas ni ganas de vivir”.
La propia madre denuncia que acudió a la Universidad para conversar con profesores y la directora de carrera. “Les planteé todas las irregularidades en que se incurrió, documentado con mail y mensajes de WhatsApp, les mostré que mi hija ya no quería vivir, que perdió la esperanza. Sólo promesas de que se investigaría (...) El 16 de marzo de este año la encontré muerta en la mañana, con una nota pidiéndome perdón por no poder resistir tanto dolor”, expresó.
“17 días después, la comunidad universitaria no está en conocimiento de que una de sus alumnas se quitó la vida, pese a que la dirección académica lo supo al día siguiente”, indicó la mujer.
Comunicado de la Universidad de Los Andes
La universidad emitió una declaración pública expresando su pesar por la pérdida de Catalina y prometiendo una investigación exhaustiva.
“Iniciamos una exhaustiva investigación para determinar las eventuales responsabilidades. Al mismo tiempo revisaremos el sistema de prácticas y vínculos con los campos clínicos que buscan garantizar un ambiente seguro para nuestros estudiantes”, señala la declaración.
“Reafirmamos nuestro total rechazo a cualquier tipo de maltrato y el compromiso de asegurar un ambiente de aprendizaje respetuoso y amable donde se facilite la escucha, el diálogo y la acogida”, sostienen.
Finalmente, la U. de Los Andes indicó la existencia de un protocolo de intervención en casos de riesgo y conductas suicidas y un servicio de apoyo psicológico en la institución.