A pocas horas de iniciarse el juicio a los ocho médicos imputados por el homicidio culposo de Diego Maradona, el lanzamiento de la serie sobre su representante Guillermo Coppola (75) abre nuevos frentes de polémica en Argentina, donde la imagen de ambos parece indisoluble a la luz de la historia que los unió desde la gloria a la muerte del astro. Basada en el período de fulgor del manager junto al futbolista, “Coppola, el representante” pone en perspectiva la historia fascinante así como las infinitas anécdotas de un personaje atrapante y carismático que aún es figura frecuente en la TV y las citas del jet set trasandino.
Dirigida por Ariel Winograd, la biopic comprende 6 capítulos de 45 minutos, y la protagoniza el cotizado actor Juan Minujín, secundado por Mónica Antonópulos y una actriz chilena cuya actuación ha generado elogios en la crítica local: Mayte Rodríguez, quien personifica a Sophie, la novia nacional del popular “Guillote”.
El segundo capítulo, llamado “La conquista”, prácticamente se concentra en la forma cómo el agente de Maradona diseña una estrategia para llamar la atención de la deslumbrante modelo, hija de alemanes, que en 1990 asomaba en las pasarelas de Buenos Aires. Finalmente, se enamoran y el episodio no escatima escenas íntimas de ambos, donde la chilena cautiva por su belleza.
En la serie biográfica desfilan figuras relevantes de la bohemia, unidas por su amistad con el omnipresente Coppola: Poli Armentano, el “rey” de la noche; el político Daniel Scioli, el hijo fallecido del presidente Menem, Carlos Saúl, y Susana Jiménez, entre otras.
Más allá de los diferentes enfoques, la prensa argentina no soslaya el rol de Mayte Rodríguez. “Ya en las primeras críticas, muchos quedaron encantados con la actriz que interpreta a Sophie. Si bien su rostro y su nombre recién comenzaron a sonar en el país gracias a la tira de Star+, la chilena ya venía pisando fuerte en su tierra natal, tanto por sus trabajos como por su vida amorosa”·, destaca El Día de La Plata.
El brazo derecho de Dios
Aunque algunos medios la critican como “una recopilación de anécdotas llevadas a la pantalla”, el director Ariel Winograd defiende la estética de su propuesta. “Coppola es comedia pura. Trato de partir de la base de que son personas reales que tienen mucho humor. Cuando las situaciones son absurdas, el humor aparece naturalmente. Es una biopic diferente, muy divertida, muy lúdica. Es una serie que intenta representar lo que eran los 90 en Argentina, con lo bueno y lo malo”, expresó.
Sobre la ausencia de Maradona, cuya imagen aparece escasamente, explica: “Cuando no está Diego, Coppola es Maradona. ¿Qué poder tenía él al representar a la persona más importante del mundo y qué hacía con eso? Vemos en la serie que está medio atado con alambres. Con la labia arreglaba por acá, trataba de sacar una ventaja por allá. Como Peter Sellers en La fiesta inolvidable”.
Al fin, el relato antológico del auto Ferrari que Coppola consiguió e hizo pintar de negro para Maradona, las veces que ocultó las indisciplinas de Diego para salvar un contrato y la “dolce vita” que compartieron en Nápoles son elementos fundamentales de un serie que recrea la frenética vida del manager más famoso del mundo.