Funcionarios de la Secretaría Regional Ministerial de Salud (Seremi) confirmaron el hallazgo de 450 ataúdes en el Cementerio General de Santiago, los cuales llevan abandonados ocho meses y debían ser incinerados. Estos ataúdes se encontraban acumulados en las afueras de la oficina donde trabajan al menos cuatro funcionarios encargados de las exhumaciones en los patios del recinto.
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La denuncia fue presentada por Luis Yévenes, un trabajador del Cementerio, ante la Contraloría General de la República y la Seremi, expresando su preocupación por la situación. Según Yévenes, los ataúdes pertenecen a personas que fueron cremadas, pero debido a una máquina compactadora averiada que lleva ocho meses sin funcionar, los cajones aún no han sido destruidos.
Acusa al alcalde Daniel Jadue
En la denuncia, Yévenes responsabilizó a la Municipalidad de Recoleta, representada por el Alcalde Daniel Jadue Jadue, por el incumplimiento del Artículo N°184 del Código del Trabajo, que establece medidas de higiene y seguridad en el trabajo. Además, señaló que esta situación vulnera varios artículos del Decreto Supremo N°594 sobre condiciones sanitarias y ambientales de trabajo.
Según Yévenes, las causas de muerte de las personas cuyos restos ocupan los ataúdes son principalmente por COVID-19, enfermedades infectocontagiosas y muerte natural, lo que hace que las urnas estén contaminadas con agentes biológicos, según informó esta tarde BíoBíoChile.
El director del Cementerio General, Raschid Saud, desconocía inicialmente la denuncia pero aseguró que los ataúdes se encuentran en el patio sanitario del recinto, diseñado para albergar desechos, ropa y ataúdes desde hace 60 años. Sin embargo, Yévenes contradice esta afirmación al indicar que la mayoría de los cajones se encuentran en el “Horno N°3 donde trabajan los exhumadores”.
Saud afirmó que la máquina trituradora será reparada la próxima semana y que ya se están tomando medidas para abordar la situación. A pesar de la afirmación de que los funcionarios no trabajan en el área donde están los ataúdes, fuentes del cementerio confirmaron que los cajones fueron removidos, aunque aún no han sido destruidos. La comunidad sigue atenta a los desarrollos en esta preocupante situación.