Hoy se cumplen exactamente dos años desde el día en el exfutbolista de Palestino y la Selección chilena, Marco Opazo Castillo (60), salió desde su casa en Lampa y nunca más se supo de su vida. La pesadilla ya es eterna para su familia, que lo busca desde entonces en forma incesante aunque su hermana, Ximena, hoy se resigna a creer que está muerto y reclama el apoyo de las autoridades para impulsar una investigación que revele la verdad del caso.
De intachable profesionalismo y vida ordenada, Opazo fue un destacado defensa de Palestino, Iquique, Antofagasta y Linares que desarrolló su carrera entre 1980 y 1997, con varias nominaciones a la “Roja”. Después se radicó en Lampa, donde desarrollaba sus actividades en escuelas de fútbol.
La jornada del 19 de marzo de 2022 salió de su hogar a las 11 de la mañana, con polera y shorts, zapatillas y un polerón gris con capucha, con destino desconocido. Según el GPS de su celular, tomó un bus con dirección a Estación Central, perdiéndose la señal en la Ruta 68, antes de la entrada a El Noviciado, que coincide con el camino de retorno a Lampa.
Ximena Opazo encabeza hasta ahora la campaña para encontrarlo, y asumió una vocería que traduce el enorme dolor de los padres, hermanas e hijos del excrack. “Ya vivimos el luto y sólo queremos encontrarlo y darle un lugar tranquilo para que descanse en paz”, confiesa. Y denuncia que “la investigación fue mal hecha; jamás han buscado a mi hermano. Nosotros, los hijos, su familia, hemos salido a recorrer cerros, laderas y canales. Desde el primer día y hasta hoy”.
Trabajaba con niños en riesgo social
La hipótesis de la mujer apunta a que “a mi hermano lo asesinaron y tienen oculto el cuerpo. Una persona que se quita la vida aparece; si lo hubiesen asaltado lo encontrábamos. Quizás vio algo, entonces obviamente la van a ocultar. He ido a consultar médium, a tarotistas”, reconoce, con desesperación.
Impotente ante la negligencia en la investigación, la familia presentó una querella que obliga a indagar el enigmático caso desde cero. La representa Pedro Díaz, el abogado especialista que defendió a Fernanda Maciel, la joven que estuvo desaparecida 500 días antes de comprobarse su asesinato. “La señal del celular de Marco se pierde casi a la entrada de El Noviciado. Entregamos ese antecedente a las autoridades, pero el barrido en esa zona se hizo sólo seis meses después”.
En medio del drama, la imagen de Marco Opazo es incuestionable: “Era deportista, nunca fumó ni tomó: un ejemplo. Su mundo era el fútbol. Trabajaba con niños en la corporación de Deportes de la Municipalidad de Lampa. Le gustaba trabajar en las poblaciones peligrosas, donde había jóvenes en riesgo social. Esos mismos niños y sus papás han salido a buscarlo por todos lados”, relata Erica emocionada, mientras su corazón le advierte que aún quedan esperanzas…