A tres semanas del inicio de los devastadores incendios que destruyeron grandes sectores de Viña del Mar, Quilpué y Villa Alemana, ya hay cálculos certeros sobre el área realmente afectada.
Así lo muestra un estudio de la empresa AGS Visión Inmobiliaria, la que por medio de su unidad de Asesoría Estratégica identificó las zonas siniestradas respecto del Plan Regulador Metropolitano de Valparaíso, Premval, un proyecto a largo plazo de planificación de los territorios de la Región de Valparaíso.
Y de acuerdo al estudio, el total de las hectáreas a las que llegaron los incendios fue 13.332.
Y el desglose es así: 4.390 de zonas rurales (33%), 4.057 de zonas de protección de recursos de valor natural (30%), 2.847 de zonas urbanas (21%), 1.322 de zonas de extensión urbana (10%), 629 de áreas verdes intercomunales (5%) y 86 de zonas de actividades productivas (1%).
O sea, más del 30% de la superficie afectada corresponde a zonas urbanas y de extensión urbana, y cerca del 35% se refiere a la Reserva Nacional Lago Peñuelas, al Santuario de la Naturaleza Palmar El Salto, al Jardín Botánico Nacional de Viña del Mar y a áreas verdes intercomunales. Por otro
Y la tercera parte restante son sectores rurales asociados a quebradas y zonas altas de las cuencas hidrográficas de la Cordillera de la Costa.
“El levantamiento que se realizó es un informe que pretende mostrar de forma fidedigna, concreta y objetiva las normativas sobre el territorio de este megaincendio”, señala Esteban González, arquitecto y director de Asesoría Estratégica de AGS Visión Inmobiliaria.
CONCLUSIONES DEL ESTUDIO
El experto explica que “el tercio de zonas urbanas y de extensión urbana ya tienen normatividad, la que difícilmente cambiará. Las zonas más grandes del 35% ya están reservadas como áreas verdes y con las actuales condiciones normativas es imposible que sea modificado el uso del suelo. Y del otro tercio de tierras rurales, la mayoría está asociada a grandes quiebras y a cuencas hidrográficas, por lo que son terrenos que desde la perspectiva de la eficiencia son muy difíciles de poder desarrollar”.
Por eso el especialista concluye que “las hipótesis que existen respecto de que estos grandes incendios fueron de alguna manera preparados o perpetrados por agentes inmobiliarios se caen por sí sola. Además, es importante mencionar que el horizonte de los planes reguladores como el Premval es de 10 a 15 años”.
“Sería totalmente desquiciado que hoy alguien esté pensando que en 15 años más será modificada la normativa para poder desarrollar alguna actividad lucrativa sobre los terrenos. En resumen, y de acuerdo a la normativa vigente, estos incendios no fueron causados desde la lógica de generar suelo para desarrollar actividades urbanas o inmobiliarias”, concluye Esteban González.
LO QUE HAY QUE HACER
El estudio reseña que uno de los mayores aprendizajes de esta catástrofe es que urge planificar y gestionar de mejor forma y oportunamente el riesgo de los incendio forestales a nivel nacional, tanto en lo instrumentos de planificación territorial como en los planes comunales de emergencia, a través de su actualización, rigurosa implementación y comunicación a las comunidades.
También hay que incorporar franjas de amortiguación respecto a las zonas residenciales, infraestructura critica y parques industriales (evaluando eventualmente su reubicación), así como definir y habilitar las vías de evacuación y las zonas de resguardo, particularmente en comunas que cuentan con una topografía compleja, como es el caso de Viña del Mar y de Valparaíso, a fin de proteger las vidas de las personas.