Durante esta jornada se dio a conocer que Naya Fácil fue víctima de una violenta encerrona en la comuna de La Florida, a las 6:30 de la madrugada.
“En ese momento yo me quedé paralizada, en shock, no podía bajarme del auto y no podía responder mientras me estaban rompiendo el vidrio con fierros”, recordó la estresante situación.
Según los registros de las cámaras de seguridad, el hecho duró aproximadamente tres minutos y en esos intentaron ingresar al vehículo golpeando el vidrio.
Sobre sí reconoció a los antisociales, la influencer aseguró que “eran alrededor de cinco jóvenes, adolescentes todos, de entre 13 a 16 años. Sin embargo, no pude ver el rostro de nadie, sólo me dijeron que me sacara las joyas de oro y yo no ocupo joyas de oro sólo de fantasía, y me las compro en el mall chino. Yo no ocupo nada de marca, ni tampoco andaba con dinero en efectivo”.
“Les dejé las llaves para que se llevaran el auto y no se lo llevaron”. Eso sí, reveló que le robaron todos su documentos, su carnet, licencia de conducir y tarjetas bancarias.
“Tengo láminas de seguridad desde que me compré mi auto y estuvieron mucho rato con fierro pegándole, y no se rompió por nada. Entonces, eso me dio tiempo de pensar para que mi hermana se pusiera su celular en su ropa interior y lo lanzó a una casa, por eso lo único que nos quedó fueron los celulares”.
Asimismo, la personalidad de internet sostuvo que los delincuentes en ningún la venían persiguiendo ni hubo una persecusión en su contra, sino que de la nada salieron dos vehículos, de color gris y blanco, y una moto desde un pasaje.
“No me reconocieron, nunca me llamaron por mi nombre, sólo me pedían que entregara mis joyas”, aseguró.
LEER MÁS: [VIDEO] “¡Naya, retrocede, retrocede!”: los impactantes registros de la violenta encerrona a la influencer
¿Cómo está Naya?
Acto seguido, los medios de comunicación le preguntaron cómo se encontraba puesto que fue una experiencia traumática: “Mi hermana estaba gritando pidiendo ayuda y yo estoy bastante shockeada por cómo quedó mi auto porque nunca había chocado. Quiero irme a descansar y estoy tratando de estar tranquila dentro de todo lo que pasó puesto que salimos bien y sin lesiones graves... Lo otro es material y se recupera”.
“No sabía qué hacer, sólo actué en el momento y perdí el control al chocar, pero no fue nada intencional”, aclaró, puesto que la vecina del sector se molestó por la situación y la comenzó a increpar a sólo segundos del accidente.
En relación a su estado físico, Naya aseguró que no tuvo lesión de gravedad aunque tras sentir los golpes estuvo mucho tiempo sin escuchar de un oído.
También Naya aprovechó de destacar que algunos vecinos del sector la socorrieron entregando agua y saliendo en su ayuda tras escuchar los gritos. De hecho, ellos llamaron a Seguridad Ciudadana y a Carabineros.
No había intenciones de robar el auto
Según el relato de Naya, al inició ella no quería entregar las llaves del auto, no obstante, cuando vio que su hermana salió corriendo mientras lloraba, pensó que la habían golpeado y entregó todo.
“Yo tiré las llaves a la caja de cambio y le dije ‘llévatelo’ y me bajé. Ellos, en vez de llevarse el auto, me siguieron a mi y por detrás me tiraron al suelo (...) Ni siquiera se subieron arriba del vehículo”, declaró a “Buenos días a todos”.
La personalidad de internet, destacó en sus redes que en ese momento solamente “me dijeron ‘sácate los aros de oro’. Me río toda la noche, ni siquiera estoy llorando, no me intimidaron”.
La influencer reveló que se encuentra súper preocupada por el tema de las tarjetas de débito puesto que hoy iba a ir a cotizar la compra de las casas prefabricadas para los damnificados de los incendios de la Región de Valparaíso.
Cabe recordar que Naya es una de las rostros que ha ido en persona y ha realizado una intensa campaña para ayudar a las personas que lo perdieron todo a causa de las llamas.
“Al ver que no se habían llevado el auto, temiste que te podrían secuestrar?”, preguntó Yamila Reyna, panelista del programa. A lo que respondió: “Mi hermana me dijo que las intenciones de ellos era secuestrarme y yo igual lo vi de esa manera, pero intenté no ponerme a la defensiva sino que cooperar con todo lo que ellos me estaban pidiendo (...) Temí por mi vida”.
Finalmente, los delincuentes se fueron cuando salió la gente en su auxilio, entre ellos vecinos y conserjes que se encontraban en las viviendas cercanas.