En un gesto que captó la atención de la opinión pública, la ministra vocera de Gobierno, Camila Vallejo, junto a otros cinco ministros del Gobierno de Gabriel Boric, participaron en la guardia de honor en el velatorio de Sebastián Piñera, ex presidente de Chile.
La imagen no pasó desapercibida debido a la conocida rivalidad política entre el ex mandatario y los actuales ministros, sobre todo con Vallejo, desde los tiempos en que ella lideraba las movilizaciones estudiantiles.
Sin embargo, la escena ocurrida hoy frente a los medios de comunicación no dejó de ser comentada, luego que en el salón de honor del ex Congreso Nacional, Vallejo se mostró vestida de negro, flanqueando el ataúd junto a la ministra del Interior, Carolina Tohá; el ministro de Hacienda, Mario Marcel; el canciller Alberto van Klaveren; la ministra de la Mujer, Antonia Orellana; y el ministro de Justicia, Luis Cordero.
Palabras conciliadoras
Al término de la ceremonia, la ministra Vallejo describió el evento como “un acto sumamente republicano”, en el contexto de un funeral de Estado que el Presidente Gabriel Boric decidió no solo respetar, sino también contribuir a su normal desarrollo.
“Hoy, obviamente, Chile se enluta por este hecho, en una circunstancia especialmente difícil para el país debido a los incendios en la quinta región. Estamos en un momento difícil”, expresó la portavoz de Palacio a los medios, según consignó La Cuarta.
Cuando se le consultó sobre la figura de Piñera, Vallejo destacó que, desde su perspectiva, el ex mandatario contribuyó a generar acuerdos y enfatizó que es conocido por todos que tuvieron diferencias. “Y las tuvimos hasta el final”, admitió.
No obstante, Vallejo subrayó que corresponde al Gobierno brindar un funeral de Estado al haber sido Piñera presidente en dos ocasiones, señalando que incluso si hubiera sido solo una vez, se merecería el mismo respeto.