Como si se tratase de Armageddon o alguna otra película sobre el fin del mundo: un asteroide terminó incendiándose sobre el cielo de Berlín y los científicos expertos en la materia en realidad lo detectaron hasta que prácticamente era demasiado tarde. Lo más perturbador de todo es que el suceso quedó grabado en video.
Un asteroide de un metro de diámetro explotó sobre Berlín a primera hora del pasado 21 de enero de 2024, tomando por sorpresa no sólo a los habitantes de la ciudad, sino también a la comunidad de investigadores, astrónomos y expertos en la materia, despertando una real y obvia preocupación por esta clase de impacto de los asteroides.
Ya que la tecnología en distintos campos de la exploración y comprensión del espacio ha avanzado de manera considerable. Pero incluso con todos los avances sucedió este incidente que podría tener alcances catastróficos si las circunstancias son extremas.
Estamos ante un caso documentado de la caída de un asteroide que luce deslumbrante y hasta casi curioso, pero en sí es el eje central de un serio debate.
Video del asteroide que cayó sobre Berlín e incendió el cielo
De acuerdo con el reporte de los amigos de LiveScience el asteroide denominado 2024 BXI, fue descubierto por el astrónomo húngaro Krisztián Sárneczky unas horas antes de su impacto. La NASA calculó que el asteroide se desintegraría como una bola de fuego inofensiva al oeste de Berlín y virtualmente así sucedió.
Sin embargo, a final de cuentas el asteroide impactó sobre el cielo al este de la ciudad, cerca del distrito de Lichtenberg y la explosión fue registrada por cámaras de seguridad y teléfonos inteligentes, y se pudo ver en toda la región:
Por fortuna tras el incidente no se reportaron daños ni heridos, pero el evento ha vuelto a llamar la atención sobre la amenaza que representan los asteroides para la Tierra.
Ya que estas piedras pueden variar en tamaño desde pequeños fragmentos de polvo hasta cuerpos masivos del tamaño de un continente y detectar con antelación su curso de colisión contra la Tierra es vital.
Por lo menos los asteroides pequeños, como el que se incendió sobre Berlín, suelen desintegrarse en la atmósfera sin causar daños. Sin embargo, los más grandes pueden causar daños considerables, incluso si se desintegran en la atmósfera.
El fulgor de la desintegración de la roca es impresionante y por lo menos constituye un recordatorio de aquello a lo que debemos mantenernos alerta.