Un caso que ha desconcertado a la opinión pública ha dado un giro inesperado cuando Alex Batty, un niño británico desaparecido en España en 2017 a la edad de 11 años, fue encontrado en Francia a la edad de 17 años.
El miércoles, las autoridades ubicaron a Alex en la ciudad de Revel, al este de Toulouse, poniendo fin a una búsqueda que ha durado seis años. El niño, que desapareció junto a su abuelo y su madre mientras estaban de vacaciones en España, fue visto por última vez en el Puerto de Málaga el 8 de octubre de 2017.
La madre y el abuelo todavía no han sido localizados
Se cree que los adultos, que no son los tutores legales de Alex, se mudaron a una comunidad espiritual llevándolo consigo. La madre y el abuelo aún no han sido localizados por las autoridades. En el momento de su hallazgo, Alex estaba en un centro para menores en Toulouse, a la espera de la llegada de la policía británica y del personal consular que lo llevará de regreso a Inglaterra. Susan Caruana, la abuela y tutora legal de Alex, expresó su alivio al hablar con él y confirmó que se encuentra bien.
En 2018, Caruana mencionó a la BBC que creía que la madre del niño, Melanie Batty, y su abuelo, David Batty, lo habían llevado a una comunidad espiritual en Marruecos, buscando un estilo de vida “alternativo” y evitando que Alex asistiera a la escuela. La noticia de la aparición de Alex surgió cuando un repartidor lo vio caminando por una carretera en las estribaciones de los Pirineos, llevando consigo una mochila y una patineta. El conductor, Fabien Accidini, recogió al joven y lo llevó a una estación de policía después de descubrir que estaba siendo buscado.
El adolescente explicó que había estado caminando durante cuatro días desde algún lugar en las montañas. El conductor decidió comunicarse con las autoridades francesas en busca de ayuda. La atención se centra ahora en la reintegración del joven con su familia y en esclarecer los detalles que rodean este enigma que ha mantenido en vilo a la opinión pública durante seis años.