Tras relatar el primer encuentro con Nicolás Zepeda, el único sospechoso del asesinato de Narumi Kurosaki, la madre de la estudiante japonesa, Taeko Kurosaki, entregó una cruda declaración de los días, y años, que siguieron tras la desaparición de su hija.
En medio del juicio de apelación solicitado por la defensa de Nicolás Zepeda, la mujer procedió a relatar el último contacto que tuvo con la estudiante radicada en Francia. “El 3 de diciembre Narumi me escribió que el invierno era duro y estaba todo congelado. Esa fue su última señal de vida. Nuestra última conversación. Durante los siguientes 5 días no supe más nada de ella. Mis mensajes no fueron leídos y no tuve respuesta. Después recibí un mensaje misterioso: ‘Perdón por no escribirte. Mi amigo es muy posesivo’”, contó a los presentes.
En esa misma línea siguió contando que durante esas fechas fue que perdió el contacto con su hija, para luego saber de su desaparición el día 14 de
diciembre.”Tras enterarme (de su desaparición) manejé media hora a mi casa. No sé cómo lo hice. Grité una y otra vez: ‘Narumi vive’”, contó.
“Nadie puede imaginar el sufrimiento que tenemos hace siete años. Todos los días rezamos poder volver a ver a Narumi con el miedo amenazante y profundo de saber de la desaparición definitiva de mi hija (...) ¿Qué pasó en esa pequeña habitación? Este hombre nunca va a decir la verdad hasta el final de su vida”, sostuvo Taeko.
A continuación, la madre de la estudiante japonesa compartió en el juzgado una fotografía jamás revelada de su hija. “A partir de ahora, permítanme presentarme tal cual soy”, comenzó diciendo, para luego añadir “Saben que soy alguien que va a todos lados con el retrato de Narumi. Les voy a mostrar lo que soy y esto nunca lo mostré. Esta imagen nunca ha sido revelada a nadie más que a mis hijas y mi hermana”. Posteriormente procedió a mostrar el retrato de la joven Narumi.
“Durante siete años, 365 días al año, 24 horas al día, llevo este retrato a todas partes para estar con ella en todo momento. Miren este retrato, es mi Narumi que me niego a dejar ni un sólo instante”, añadió.
El crudo relato de sus días sin Narumi
La madre también describió las secuelas físicas y psicológicas que ha sufrido desde la noticia. “Desde que supe esta horrible noticia no pude comer y me es imposible dormir. A cada instante me despertaba y tras unos meses perdí 17 kilos”, confesó.
“Sin saber a quién mostrarle mi rabia hacia Zepeda, no podía soportar ni el mínimo ruido que venía de la calle o de la tele, a tal punto los medios no nos dejaban tranquilas. Los periodistas, los mails, el teléfono acaparaban nuestra vida. Durante días me encerré en la oscuridad total, me tiraba al piso con tapones en mi oídos, aislándome del mundo”, agregó.
“Caí en una profunda desconfianza hacia la humanidad. No quería escuchar a nadie, tenía miedo de la luz, de la multitud. No quería ver a nadie. Estoy sicológica y físicamente destruida”, sostuvo Taeko.
“Nadie puede imaginar el sufrimiento que tenemos hace siete años. Todos los días rezamos poder volver a ver a Narumi con el miedo amenazante y profundo de saber de la desaparición definitiva de mi hija”, cerró, ante la impasible mirada de Nicolás.
“Estoy psicológica y físicamente destruida (...) Me aislé del mundo”, sostuvo Taeko, confesando que tuvo intentos de suicidio en diversas ocasiones: “Una vez salté a un auto en marcha, pero solo terminé con heridas. Me estrangulé varias veces, pero no tenía fuerzas para suicidarme sola. Me golpeé la cabeza contra el suelo, las paredes”.
La madre de Narumi interpeló a Zepeda en medio del juicio
La mujer compartió que desde el principio tuvo la creencia de que Nicolás Zepeda le había hecho algo a Narumi y era el responsable de su desaparición.
“Desde el comienzo de este caso tuve la convicción de que Nicolás era el responsable. Y también supe que ese hombre nunca va a confesar. ¿Por qué tuve esa convicción? Porque vi a ese hombre esconder objetos y recuperar los regalos que le hizo a Narumi. Una conducta mezquina y viciosa”, señaló.
“Las dos veces que fui a Chile lo vi a Zepeda solo pero esas pruebas no eran suficientes”, sostuvo la madre de Narumi, en relación a las dos ocasiones en que decidió viajar a Chile para enfrentar a Zepeda. Sin embargo, según relató, el joven bajó la mirada.
Finalmente, la madre de Narumi cerró con una desgarradora promesa: “Nicolás nos ha asesinado indirectamente. Fui asesinada socialmente. Nunca tendré un lugar en la sociedad hasta el final de mis días (...)”. Nunca te voy a perdonar Zepeda. Durante decenas de años no va a cambiar jamás”.
“Este hombre nunca dirá la verdad, por el resto de su vida. Lo sé”, concluyó.