Muchas veces hemos leído o escuchado sobre asteroides con nombres de seres de la mitología griega, como Ceres, Juno o Vesta. Sin embargo, a partir del siglo XX, varias de estos objetos rocosos han recibido nombres de figuras de la cultura pop.
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Así podemos pasar de los personajes de ficción James Bond a Mr. Spock, de actores como Tom Hanks a Meg Ryan, grupos musicales como The Beatles (o sus miembros, Ringo Starr, Paul McCartney, John Lennon o George Harrison), o actorales como Monty Python.
Pero, ¿cómo llegan a tener los asteroides estos nombres?
La Unión Astronómica Internacional, a través del Centro de Planetas Menores, dio a conocer las reglas para darles nombres a los asteroides.
Deben tener 16 caracteres o menos, formar una sola palabra (por ejemplo, el de Hanks se llama Tomhanks; el de Ryan, Megryan), ser pronunciables, no ofensivos y tampoco demasiado parecidos a los de otros planetas menores.
Tampoco deben ser nombres comerciales y, si es un homenaje a algún político o militar, la persona debe tener 100 años o más de fallecida.
Los asteroides primero tienen sus números, luego sus nombres
David Rothery, vulcanólogo y científico planetario en la Open University del Reino Unido, apunta que “ningún asteroide recibe un nombre hasta que ha sido observado el tiempo suficiente para determinar su órbita con bastante precisión”.
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“Esto puede llevar varios años, pero cuando se logra, se concede al cuerpo una ‘designación permanente’, que es un número emitido en estricta secuencia numérica, y se invita al descubridor a sugerir un nombre para que lo apruebe un comité especial de la Unión Astronómica Internacional”, agrega Rothery.
El asteroide número 1 es Ceres, el primero conocido, que actualmente se categorizó como planeta enano. Desde entonces, se suman los curiosos:
- Jamesbond (asteroide 9007).
- Tomhanks (12818) y Megryan (8353).
- Montypython (13681).
- Mrspock (2309).
- Beatles (8749), Lennon (4147), McCartney (4148), Starr (4150) y Harrison (4149).
- Poulanderson (7758).
- Tripaxeptalis (2037).
Y así, muchos, muchísimos más casos. “Es una cosa pequeña”, dijo a The Mirror la astrónoma planetaria Amy Mainzer, que ha encontrado miles de asteroides. “Pero al mismo tiempo, los nombres son importantes. Reflejan lo que es importante en nuestra cultura y quién es importante en nuestra cultura”.