En el marco del conversatorio sobre los 50 años del golpe de Estado en Chile, organizado por la Fundación Friedrich Ebert en Berlín, Alemania, la expresidenta Michelle Bachelet lanzó una advertencia crítica sobre el proceso constituyente en su país. En este evento, la exmandataria expresó su preocupación en su país, afirmando que “con lo aprobado hasta ahora en el pleno del Consejo Constitucional, nos hacen retroceder décadas en derechos sociales, laborales y libertades individuales”.
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En dicha instancia, incluso destacó la creación de un anteproyecto, que si bien “no es perfecto”, aseguró que “todos podíamos vivir con eso”.
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Durante su participación en este evento, destacó que el escenario actual es “muy complejo” y plantea un riesgo significativo para los avances alcanzados en áreas cruciales. “Los derechos sexuales y reproductivos de mujeres se encuentran gravemente amenazados; la aplaudida y consensuada idea de avanzar a una democracia paritaria se ha desechado; el derecho a huelga de los trabajadores se ha eliminado; el derecho a manifestación de la ciudadanía se ha restringido seriamente”, subrayó.
La exmandataria también lamentó el cambio hacia un enfoque de individualismo extremo en el proceso constituyente y la falta de promoción del principio de solidaridad. En sus palabras, “Se ha clausurado de antemano la posibilidad de que el Estado y el sistema político promuevan iniciativas basadas en el principio de solidaridad y se ha priorizado un individualismo extremo”.
Michelle Bachelet criticó la desaparición del Estado social y democrático de derecho, un concepto que estaba presente en el primer proyecto de Constitución y que ha quedado completamente desdibujado. “Esta nueva oportunidad que nos hemos dado como país está repitiendo los mismos errores del pasado, intentando consagrar en nuestra ley fundamental una sola forma de comprender la vida, un solo sistema de creencias, una sola ideología”, subrayó la ex presidenta.
“Han tratado, con una mirada ideológica propia, de generar todos aquellos cambios al proyecto que, mostrado por los expertos, debe asegurar que ciertos valores expertísimos de la dictadura y de la adopción de Pinochet puedan seguir adelante e incluso profundizando”, lanzó.
En un llamado a la acción, la expresidenta enfatizó la necesidad de buscar consensos amplios para acordar una “nueva Carta Magna que sea aceptable para la ciudadanía, garantice los derechos humanos, fortalezca la democracia y promueva un desarrollo sustentable y equitativo”.
“Tenemos que trabajar para devolver a las personas la confianza de la democracia y para que la democracia dé respuesta a una ciudadanía que aún no pierde mentalmente sus esperanzas en ella”, sostuvo finalmente.