Ha dado la vuelta al mundo el juicio contra una joven que mató a su madre y de una forma sumamente cruel, para que no se enterara que había sido expulsada de la universidad.
Sydney Powell de 23 años fue declarada culpable por el asesinato de su madre, Benda Powell. De acuerdo a The Sun, los hechos ocurrieron en marzo de 2020.
Powell golpeó a su madre en la cabeza con un sartén de hierro, la dejó inconsciente en el suelo y le propinó más de 30 puñaladas en el cuello.
Y se preguntarán ustedes por qué ahora luego de tres años se realizó el juicio, bueno, porque Powell se declaraba inocente por sufrir esquizofrenia no diagnosticada durante el momento del asesinato de su madre y experimentar un brote psicótico.
Tras ser evaluada en 2021, el doctor James Reardon diagnosticó a la joven esquizofrenia y trastorno depresivo en alto grado.
De esta forma el 28 de octubre comenzará todo el proceso para determinar si la condena la cumplirá en prisión o un centro de salud.